La jueza penal Daniela Arcuri estableció un cuarto intermedio hasta el 20 de febrero en la audiencia preliminar por “tentativa de robo agravado por el uso de arma impropia” que tiene como imputada a Carolina Barrionuevo, quien le robó el celular a una menor utilizando un destornillador como arma. Fue en octubre último en el barrio Amaya.
El mediodía del presente martes se concretó una nueva etapa de la audiencia preliminar por tentativa de robo agravado por el uso de arma impropia que tiene como imputada a Carolina Barrionuevo. Ambas partes ofrecieron prueba y se realizaron convenciones probatorias. La defensa, ejercida por Gustavo Oyarzún, adelantó que solicitará a futuro el arresto domiciliario de su asistida.
La jueza penal Daniela Arcuri presidió la preliminar, mientras que el Ministerio Público Fiscal fue representado por la fiscal general Cecilia Codina. Finalmente, se estableció un cuarto intermedio hasta el próximo 20 de febrero, fecha en la que se tratará la solicitud de arresto domiciliario de la defensa. Hasta dicha fecha se mantiene la prisión preventiva de Barrionuevo.
El hecho investigado aconteció el 6 de octubre del año pasado, alrededor de las 11:10, en circunstancias en que la menor-víctima se encontraba caminando por la calle Tomás Pedraza, frente al número 300, del barrio Abel Amaya de esta ciudad.
Fue interceptada por detrás por Carolina Ayelén Barrionuevo, quien le arrebató de las manos un teléfono celular, con chip de la empresa Personal y carcaza transparente conteniendo su Documento Nacional de Identidad.
La víctima intentó evitar que Barrionuevo le sustrajera el teléfono celular, por lo que esta extrajo un destornillador de metal con mango plateado de unos 19 centímetros aproximadamente, propinándole puntazos en la mano izquierda. Ello le provocó a la menor heridas cortantes en los dedos índice y pulgar de la mano izquierda.
Personal policial de la Seccional Quinta que se encontraba de patrullaje por el lugar, al observar el forcejeo se acercó y ante el pedido de ayuda de la menor redujeron a Barrionuevo, quien rápidamente descartó el elemento punzante.