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Sigue sin ver a su hija: «Juegan con la ilusión de un padre»

El 24 de octubre del 2023, M. decidió comenzar a reclamar pacíficamente en la sede de los juzgados de Familia porque desde hace un año no podía ver a su hija. Su expareja interrumpió el régimen de visitas y la Justicia dilató su caso, pese a que previamente la jueza Guillermina Leontina Sosa había autorizado el régimen de revinculación.

A este papá se le sumaron madres, abuelas y abuelos quienes también atraviesan el drama de no poder tener contacto con sus seres queridos por decisiones de los jueces Laura Lorenzoni, Jorgelina Castillo, Pablo Pérez y la citada Sosa.

“EL REGIMEN DE COMUNICACION NUNCA SE CUMPLIO”

En diciembre, M. había logrado la revinculación con su hija, pero por segunda vez su expareja incumplió y la causa volvió a “fojas cero”. En Fiscalía la denuncia realizada en su contra, en su momento, fue desestimada en primera instancia, dejando constancia de ello, tal como publicó El Patagónico en su momento.

“Antes de las fiestas (de fin de año) la jueza Guillermina Sosa me dio un régimen de comunicación y contacto con mi hija. Un régimen de video llamadas los días de semana y los fines de semana podía estar con ella. Nunca se cumplió”, sostuvo el padre.

Según M., tras el fallo un psicólogo presentó un informe en el Juzgado de Familia que impidió la revinculación.

“Una vez que se entera la madre (del fallo), presentan un escrito; un informe con un psicólogo Ernesto Rauch y otra vez, se volvió para atrás; el régimen de comunicación que me habían otorgado y que nunca se cumplió, volvió para atrás también; desarchivaron la causa en Fiscalía”, dijo.

“La madre de mi hija viene siempre poniendo piedras en el camino para que no pueda verla. El Juzgado (de Familia) no se da cuenta de esas cosas. Las video llamadas duraban menos de un minuto; la nena quedaba expuesta porque tiene a la madre que la está mirando y no quiere hablar con su papá”, expresó.

Ahora, el padre volverá a reclamar en el edificio de la Oficina de Familia de la calle Pellegrini. “El Juzgado deja mucho que desear; es una vergüenza; jugaron con mis sentimientos. Uno se ilusiona porque después de un año volvería a verla y pasa todo esto: a fojas cero y a empezar otra vez; no sé qué hacer”, señaló.

El hombre considera que las autoridades judiciales “no pueden jugar así con la ilusión de un papá que viene luchando para ver a su hija. No sé qué quieren. ¿Que atente contra mi vida? Estoy muy decepcionado con el Juzgado, con la jueza Guillermina Sosa”.

Concluyó que “este Juzgado parece que no quiere que yo esté presente en la vida de mi nena. Son personas a las que les pagan para que estén en este lugar y estaría bueno que hicieran bien su trabajo”.

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