Tan apasionadas son las internas radicales que no se terminan cuando cierran las urnas. La última registrada en Buenos Aires para elegir al presidente del Comité Provincia parece que continúa después de contar los votos porque una de las facciones se niega a aceptar la derrota.
La Junta Electoral partidaria difundió en la madrugada del lunes un escrutinio provisorio que avala el triunfo del oficialismo de la UCR provincial, encabezado por el ex intendente de Trenque Lauquen, Miguel Fernández. Pero la lista opositora, que se construyó a partir de una alianza entre “Evolución” -la línea que lidera el senador nacional Martín Lousteau- y los seguidores del diputado nacional Facundo Manes, insisten en objetar mesas y sostienen que ganaron la elección.
Los datos oficiales conocidos casi ocho horas después de cerrados los comicios determinan un total de 39.688 votos para la candidatura de Fernández (Unidad Radical), respaldada por el presidente que deja el cargo, Maximiliano Abad; y 31.982 sufragios para la nómina de “Futuro Radical” que encabezó Pablo Domenichini, legislador provincial y rector de la Universidad de Almirante Brown.
La diligencia electoral asomaba casi como un trámite en la dinámica del partido que exhibe con cierto orgullo su inclinación a dirimir con votos sus diferencias intrínsecas. Hasta el filo del cierre de las listas (el 5 de septiembre pasado) hubo intensas gestiones para lograr una lista de unidad. Hasta ese momento, había calma radical.
La conducción del Comité Provincia, a cargo del senador Abad buscaba esa variante para evitar “el gasto y el desgaste” de una interna, en medio de una creciente apatía ciudadana y la crisis económica del país. Logró sumar la corriente que lidera Gustavo Posse, ex intendente de San Isidro.
Pero un sector con peso en la estructura partidaria nacional, comandado por Evolución de Lousteau buscó la disputa. Consiguió el acompañamiento de “los hermanos Manes” –el diputado y Gastón, presidente de la Convención Nacional de la UCR-. Es el órgano que decide –entre otras cosas- la política de alianzas del radicalismo con otras fuerzas.
Cuando se bajó la bandera de largada para la campaña, el discurso se hizo más intenso. Fernández dijo que “no queremos que nos manejen por joystick desde el Comité nacional y desde el radicalismo de CABA”. Algunos dirigentes del interior –como el presidente del partido en Junín, Carlos Mansur- pidió que “no nos dejemos colonizar por (Emiliano) Yacobitti”.
Desde la otra vereda sostenían que las actuales autoridades partidarias “llevan a la UCR a un lugar demasiado cerca de Javier Milei”. Recordaban que Abad fue candidato a vicegobernador de la fórmula que en 2023 encabezó Patricia Bullrich.
Ahora, Domenichini denunció que el resultado está fraguado. “Ganamos la elección por un margen de 516 votos. Durante el sufragio no hubo ninguna impugnación. Las que aparecieron después se deben a que al oficialismo no aceptó el resultado”, y anticipó desde su cuenta de X que recurrirán a la Justicia.
Cerca del rector y diputado provincial argumentan que “la Junta actuó con desprolijidad. Y nosotros ya ganamos: nos iban a dar una paliza 70/30 y terminamos voto a voto”.
Otro dato sorprendió este domingo comités agitados. Concurrieron casi 80 mil afiliados, sobre un padrón total de 600 mil (que todos coinciden que está “inflado”).
«Unidad Radical» ganó en seis secciones electorales: 1ra, 2da, 4ta, 5ta, 6ta, y 7ma. «Futuro Radical» se quedó con la sección Capital (La Plata( y la populosa tercera: el sur del GBA. Allí queda un planteo sobre la votación en Quilmes. Está impugnada y creen que podría revertir el resultado.
Si no se ponen de acuerdo puertas adentro del Comité, deberán llevar sus disputas a la Justicia Federal con competencia electoral. Es terreno del juez Alejo Ramos Padilla. Con previsible resultado incierto.
No obstante, la incursión fallida de Lousteau, Manes y Yacobitti en territorio provincial tendrá impacto en la conducción nacional partidaria. El senador nacional sumaba cuestionamientos desde su intervención en la votación de la Ley de Bases. Fue el único de su bancada que votó con el kirchnerismo el rechazo de esa norma. Antes, había colaborado a conformar el quórum.
También quedó en medio de la tormenta con su convalidación al aumento de las dietas, en abril pasado.
Hay más situaciones parlamentarias que ponen en tensión a la UCR. Esta semana ingresará un pedido para rechazar el veto a la Ley de Financiamiento Educativo. “El partido no solo les exige a sus diputados y senadores que voten a favor, sino que bajen, estén presentes y no se ausenten con excusas”, señaló el presidente de la UCR.
“No haber podido pisar firme en Provincia tendrá su costo para la conducción nacional. Las dos figuras con mayor rango institucional –el Presidente del Comité y de la Convención Nacional- quedaron asociados a una derrota”, comentaban anoche en las oficinas de calle 51 donde funciona la sede de la Casa Radical bonaerense.
La Plata (Corresponsalía)