Horacio Zeballos hizo historia. El marplatense, en pareja con el español Marcel Granollers, se metió en las semifinales del Masters 1000 de Madrid y gracias a ese resultado ya se sabe que la pareja se ubicará en el puesto número 1 del ranking ATP a partir del día lunes. De esta manera, Zeballos será el primer argentino en alcanzar ese puesto, logro que en mujeres habían alcanzado Paola Suárez y Gisela Dulko, en 2002 y 2010, respectivamente. Gustavo Fernández tambien fue rey en 2017, en la modalidad de tenis adaptado.
La dupla Zeballos y Granollers se impuso sobre el monegasco Hugo Nys y el polaco Jan Zielinski por 4-6, 6-2 y 16-14, tras un super tie break que se vivió con clima de Copa Davis en la Caja Mágica de la capital española. En semis los esperan el uruguayo Ariel Behar y el checo Adam Pavlasek, para seguir sumando puntos y soñando.
Con 39 años de edad y profesional desde 2003, este logro es un merecido premio para la trayectoria de Zeballos, el máximo ganador argentino de la disciplina, con 20 trofeos, pero con la cuenta todavía pendiente de obtener un Grand Slam (fue finalista del US Open 2019, Wimbledon 2021 y 2023). Eso sí, su carrera tuvo un momento clave, cuando decidió dar un giro y volcarse al tenis en dobles.
Zeballos comenzó a jugar al tenis cuando era muy pequeño, casi por instinto, en el club Edison Lawn Tennis, cerca del puerto de Mar del Plata, que su papá, con quien comparte el nombre, había fundado un año antes de su nacimiento. Casi al mismo tiempo empezó a aprender las reglas y los conceptos del ajedrez, que también lo conquistó.
Pasaron los años y el marplatense se convirtió en una figura reconocida del tenis argentino. Hizo primero una muy buena carrera en singles, decidió enfocarse de lleno en el circuito de duplas y en poco tiempo se convirtió en el mejor doblista de la historia de nuestro país. Su amor por el ajedrez nunca se apagó. Sigue siendo un apasionado del deporte y cada vez que puede despunta el vicio frente al tablero.
«Es un juego fascinante, en el que debés pensar mucho y tenés que tener una estrategia. Es apasionante. Mi papá me enseñó de chiquito y jugué toda la vida con él. Ahora lo practico también online. Lo disfruto mucho. La verdad es que lo juego casi todos los días», le contó a Clarín.
Zeballos reconocía en su charla que aunque a simple vista el ajedrez no tiene nada en común con el tenis, cuando sale a la cancha suele tener presentes algunas cosas que aprendió (y sigue aprendiendo) en el «juego-ciencia».
«Hay ciertos aspectos en los que es parecido al tenis. El ajedrez es un deporte en el que tenés que tener paciencia y pensar mucho. Eso lo llevo mucho al tenis. Porque me hace pensar un poquito más cada jugada y no confiar solamente en ese feeling de decir: ‘Voy por esta pelota y por esta no’. Y también eso de disfrutar el tiempo. Porque en el ajedrez estás siempre en tiempo presente. No podés adelantarte ni quedarte en el pasado, especialmente si jugás por tiempo. Entonces siempre intentás vivir el momento», explicó Cebolla.
Horacio Zeballos y su esposa Sofía, jugando al ajedrez de entrecasa. Instagram @horaciozeballosQuienes lo conocen dicen que es un buen jugador, aunque él afirma que no es tan así. Pero lo cierto es que su pasión por este deporte no se limita solo a jugarlo. Porque consume todo lo que tenga que ver con el ajedrez: libros, series, películas. Y por supuesto, a los mejores jugadores del mundo.
«Sigo a Magnus Carlsen y a todos los maestros. También a varios sitios de ajedrez para tratar de ver algunas partidas en vivo. Y me gusta volver a disfrutar de algunas partidas antiguas y hermosas, en las que hubo movimientos increíbles. Realmente soy un apasionado», reconoció.
Horacio Zeballos, del singles al dobles
Como singlista, Zeballos llegó a ocupar el 39° escalón del ranking mundial y conquistó un título. Fue en Viña del Mar 2013, cuando venció al español Rafael Nadal en una final que no olvidará nunca.
En 2018 comenzó a enfocarse más en las competencias de dobles y desde entonces no paró de crecer. A fines de 2019 empezó a jugar con el español Marcel Granollers, con quien rápidamente se consolidó como una de las grandes duplas del planeta.
«Como singlista pude ganarle una final a Nadal. Eso no lo cambiaría ni loco», asegura Zeballos. Foto EFEConquista tras conquista, el marplatense logró superar el récord de 17 títulos de Guillermo Vilas, para ser el argentino más ganador en esta disciplina. Hoy tiene 20.
«Pensar que tengo más trofeos que Vilas es algo muy loco y lo disfruto mucho. Por eso sigo trabajando día a día, tratando de agarrar nuevos récords y forjar mi propia trayectoria», decía Horacio.
Aunque el marplatense admitió que lo que más lo sorprende de su nueva vida de doblista no tiene que ver con los títulos ni con los resultados numéricos.
«Considero que tuve una linda carrera de singles, pero por esta carrera de dobles que estoy haciendo y las cosas que estoy cosechando siento que la gente me está siguiendo mucho más que antes. Les gusta, se acercan y me hacen preguntas tácticas», sostiene.
Y decía: «Argentina siempre tuvo los mejores singlistas y yo me consideré una parte de ellos. Siempre creí en el singles. Pero ahora que me estoy dedicando al dobles, veo que tiene sus cosas atractivas y que a la gente le gusta. Ojalá de a poquito pueda ir creciendo cada vez más«.
«No cambiaría nada», decía sobre su carrera, en diálogo con Clarín. Y agregaba: «Como singlista tuve la posibilidad de ganarle a Rafa en un partido del que la gente me sigue hablando. Imaginate lo que es eso. No lo cambio por nada, ni loco. Creo que todo se dio a su tiempo». Hoy Zeballos cosecha los frutos de aquella decisión.