Godoy Cruz y San Martín de San Juan se enfrentan por los 32vos de la Copa Argentina en el estadio Juan Gilberto Funes de San Luis, en lo que podría considerarse una nueva edición del clásico cuyano. No pasaba demasiado en el partido, hasta que a los 30 minutos del primer tiempo se rompió la calma. Pero no por una jugada de gol, sino por lo que pasaba en las tribunas. El árbitro Darío Herrera debió suspender el encuentro cuando comenzaron a volar butacas de una tribuna a la otra, desde las plateas centrales. La situación derivó en corridas y con la policía armando un cordón para alejar a las hinchadas y recuperar la calma.
«Esto es lamentable, nadie quiere esto, nosotros tampoco. Los jugadores están muy nerviosos, esperamos que los organismos de seguridad nos den las garantías para seguir», dijo Herrera mientras se escuchaban los disparos de la policía contra las tribunas. En otro de los sectores, los efectivos usaban el hidrante para dispersar a la gente.
«Los pasos a seguir son esperar que se normalice todo, que la seguridad hable y nos de las garantías para seguir el partido. Es un evento lindo y tenemos la responsabilidad de cuidarlo», siguió el árbitro.
Minutos después, los ánimos se calmaron y el árbitro reanudó el partido.
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