El Gobierno prevé necesitar este año menos financiación externa nueva gracias al crecimiento económico -que está previsto que sea menor que en 2023, pero todavía positivo- y en línea con el objetivo de cumplir los compromisos de saneamiento de las cuentas públicas. El Estado, así, espera emitir 55.000 millones netos durante el presente ejercicio, 10.126 millones menos que el año pasado. En cambio, las emisiones brutas (no solo las nuevas, sino también las que renuevan la deuda que va venciendo) ascenderán a 257.572 millones de euros, un 2% y 5.577 millones más que en 2023 debido al incremento de las amortizaciones a refinanciar.
Sobre esta última cifra, en cualquier caso, el nuevo ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha destacado que también supone una reducción en relación al PIB (al 17%), en línea con el dato de amortizaciones brutas de 2018 (18% del PIB). «La estrategia de financiación del Tesoro para 2024 está marcada por la prudencia y la flexibilidad. Nos permite mantener una posición sólida, un acceso profundo al mercado y una prima de riesgo estabilizada. Esa estabilización de la prima de riesgo es el reflejo de la elevada confianza de los inversores en nuestra economía y en las perspectivas económicas de España», ha defendido, antes de afirmar que también permitirá generar «colchón» para afrontar imprevistos.
Cuerpo, asimismo, ha asegurado que la reducción de la deuda emitida permitirá al Gobierno cumplir su objetivo de reducir el ratio de endeudamiento hasta el 106,3% del PIB a finales de este año, con una caída de 19 puntos porcentuales desde el pico del primer trimestre de 2021. También ha apuntado que la emisión bruta de Letras del Tesoro será de 84.454 millones de euros, cifra similar a la del pasado año, ejercicio en el que sí se redujeron estas emisiones -pese al furor que causaron entre los inversores minoristas- para alargar la vida total de la deuda en circulación.
Encajando el golpe
Lo cierto es que las finanzas estatales han encajado hasta ahora el incremento de los tipos de interés oficiales para combatir la inflación mejor de lo que seguramente hubiera sido previsible. El Banco Central Europeo (BCE) encareció el precio del dinero hasta el 4% entre julio de 2021 y el pasado septiembre, pero las emisiones de deuda pública tuvieron el año pasado un tipo medio del 3,4% (frente al 1,35% de 2022 y el -0,04% de 2021). En consecuencia, el tipo medio de la deuda en circulación subió al 2,09%. Se trata del segundo incremento tras elevarse en 2022 por primera vez en una década (del 1,64% al 1,73%), pero es notablemente inferior al registrado por los tipos del banco central (0,45 frente a 4,5 puntos porcentuales).
El Tesoro también se está beneficiando de su estrategia de alargar la vida media de la deuda aprovechando la era de los tipos de interés ultrabajos previa al estallido de la crisis inflacionista. Así, ha pasado de los 6,2 años de 2013 a rondar actualmente los ocho años. Según ha destacado Cuerpo, ello permite que la deuda a renovar cada año equivalga actualmente al 12-13% del saldo total, lo que ayuda a paliar el golpe del alza de tipos del BCE. La notable demanda, además, ha permitido absorber el impacto del fin de las compras netas de deuda por parte del BCE.
Retos futuros
Pero no todos son buenas noticias. Según ha advertido la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), el tipo de interés de los nuevos títulos a 10 años será este año más caro que los bonos que venzan por primera vez desde 2011. En este sentido, la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef) estima que el interés medio de la deuda en circulación seguirá repuntando en los próximos ejercicios hasta situarse en el 2,8% en 2026.
Además, la deuda pública bajará este año en relación al PIB, pero no en términos absolutos. Según el Plan Presupuestario remitido a la Comisión Europea por el Gobierno hace unos meses, alcanzó los 1,58 billones de euros a finales de 2023 (el 108,1% del PIB) y ascenderá a 1,64 billones en 2024 (el 106,3% del PIB). Ello elevará el gasto de las administraciones públicas en pago de intereses de la deuda pública desde los 35.550 millones euros de 2023 (el 2,4% del PIB) a 39.078 millones en 2024 (el 2,5% del PIB).