El martes de la Selección Argentina en Atlanta estuvo movido. Primero porque se repitieron algunas pruebas tácticas de Lionel Scaloni que, a dos días del debut en la Copa América contra Canadá pueden ser algo más que un indicio. Y después porque la presencia de hinchas en la salida y llegada del hotel rumbo a la Universidad Kennesaw para la práctica se triplicó y fue bastante bulliciosa.
En el entrenamiento a puertas cerradas, según pudo saber Clarín, se trabajó por espacio de una hora y media. En el tramo más intenso, Scaloni fue plantando varios equipos y la variante táctica que se repitió fue la de agregar un cuarto mediocampista.
A Rodrigo De Paul se sumaron Leandro Paredes y Alexis Mac Allister -relegando a Enzo Fernández que fue operado hace poco más de un mes y medio por una hernia inguinal, y a ellos un Ángel Di María recostado sobre el costado derecho, quizás pensando en retener las escaladas de Alphonso Davies, el capitán y mejor jugador de Canadá. Algo similar a lo que armó para la final del Mundial de Qatar 2022 contra Francia, pensando en Jules Koundé.
La otra incógnita que se mantiene es la del centrodelantero. El acompañante del capitán Lionel Messi este martes fue Lautaro Martínez. El bahiense viene de convertir un doblete ante Guatemala y le ganaría la pulseada a Julián Álvarez de cara al debut, ante una defensa que seguramente agrupará líneas más cerca del propio arco que del ajeno.
En el fondo lo que se sabía para respaldar a Emiliano ‘Dibu’ Martínez con Nahuel Molina, Cristian Cuti Romero, Nicolás Otamendi y Nicolás Tagliafico.
Este miércoles habrá conferencia de Lionel Scaloni y, después, el último entrenamiento previo al debut de la defensa del título continental, con 15 minutos abiertos para la prensa.
Un rato más tarde, en pleno casco céntrico de la capital de Georgia, la Scaloneta volvió a recibir un baño anímico. Los hinchas con camisetas y celulares se agolparon como cada día contra las vallas que los dividen a unos 30 metros del ingreso al hotel Westin.
Hubo mucho más clima que en las dos jornadas anteriores. Eso también provocó que la seguridad fuera mucho más celosa para tratar de cuidar el descenso de los futbolistas, que saludaron tímidamente levantando sus brazos a ambos lados.
Argentina tiene casi todo listo para el debut y los hinchas empiezan a invadir Atlanta.