En pleno arranque del gobierno de Javier Milei, y en medio de los reacomodamientos de lo que era Juntos por el Cambio luego de la debacle electoral, el radicalismo definirá esta semana la nueva conducción del Comité Nacional. En el poroteo previo de delegados -la rosca que les encanta a los correligionarios- Martín Lousteau se encamina a imponerse como el sucesor de Gerardo Morales, aunque otro sector impulsa a Gustavo Valdés.
Como el resto de la coalición implosionada a partir del resultado de las generales, la UCR quedó golpeada y debilitada a nivel nacional, con caída de integrantes en los bloques de diputados y senadores, en contraposición con el avance en el plano provincial: pasó de tres a cinco gobernadores a partir de los triunfos de Maximiliano Pullaro en Santa Fe y Leandro Zdero en Chaco.
A Morales le pasaron factura por la estrategia fallida -el radicalismo no consiguió ungir un candidato a presidente y el titular del partido acompañó a Horacio Rodríguez Larreta, derrotado en las PASO-, aunque en tándem con Lousteau a priori reúnen la mayoría de los 106 delegados que definirán las autoridades del Comité.
El acto será este viernes, en la sede de la calle Alsina, y hasta último momento habrá negociaciones para buscar un acuerdo y discutir la integración de la mesa ejecutiva. Referentes del interior tienen previsto viajar el jueves a Buenos Aires.
Morales y Lousteau habían pulseado por la conducción hace dos años, luego acordaron y compartieron el espacio larretista. Hace unos días volvieron a quedar enfrentados por la jefatura del bloque de diputados nacionales. Con apoyo de Lousteau, Valdés y Alfredo Cornejo, Rodrigo de Loredo se impuso a Facundo Manes, avalado por Morales. Vaivenes de las internas radicales, esa puja no afectó la sociedad para la disputa por el Comité.
“Tenemos garantizado el número. Nunca se sabe qué pueden traer debajo del poncho, pero estamos bien”, adelantó un dirigente del sector del presidente saliente, que trazó un punteo fino de los votos, para el caso de que no haya acuerdo. El cuerpo de delegados se compone de cuatro por cada provincia, dos de la Juventud Radical, dos de Franja Morada, dos de los trabajadores, dos de diversidad y otros dos del foro de intendentes. El cálculo le daba cerca de 65% a 35% a favor de Lousteau, una perspectiva compartida por el sector alineado con Valdés.
Al gobernador de Corrientes lo respalda Cornejo, en una suerte de continuidad del llamado grupo Malbec que se había armado en contraposición a Morales y terminó alineado a Patricia Bullrich. Pullaro confirmó su aval a Lousteau -transmitió que “puede ser un excelente presidente para esta etapa”-, aunque a la vez pidió por la “unidad” del partido. Los cinco mandatarios provinciales, con un peso mayor, tendrían representación en la mesa ejecutiva.
“No tenemos los votos, pero sostenemos la idea de que la presidencia sea para Gustavo. Más que la intransigencia, para lo que viene preferimos a alguien que está gestionando y puede tener otro tipo de lectura y predisposición para la negociación”, focalizaron los impulsores de Valdés en el posicionamiento frente al gobierno de Milei, como argumento para dar la discusión.
Hubo voces, como la de Ernesto Sanz, que advirtieron sobre la inconveniencia de que un gobernador asuma la titularidad del partido, por la superposición de roles que podría resultar contraproducente por la necesidades que tendrán los mandatarios provinciales. A Morales le endilgaban el «problema de los tres sombreros”, porque a su vez en un momento también hacía campaña como precandidato.
“Alfredo (Cornejo) presidió la UCR durante su anterior gestión como gobernador y varias veces se le plantó a Macri. No nos parece que sea un condicionante”, fundamentaron los que empujan a Valdés. Del lado de Morales negaron que busquen ubicar al radicalismo en una oposición furiosa a Milei.
“Vamos a acompañar lo que coincida con el programa aprobado por la Convención. Ser opositor no significa putear todo el tiempo”, aclararon, y devolvieron los pases de factura por el resultado electoral: “Ganó la estrategia de ellos, la candidata fue Patricia (Bullrich), ¿y ahora los responsables somos nosotros?”.
Ya quedaron definidos los jefes de bloque en el Congreso: el cordobés Rodrigo de Loredo en Diputados y el correntino Eduardo Vischi en el Senado. En los dos casos hubo ruidos -en especial en la Cámara baja, con amague de ruptura- previos al acuerdo. Luego de medir fuerzas y la rosca de negociaciones, podría pasar lo mismo con el Comité Nacional.