Liderar exitosamente una huelga de actores durante 118 días en Hollywood la hace entrar a Fran Drescher en el umbral de la historia.
Casi el 80 por ciento de su gremio terminó revisando y dándole el visto bueno al nuevo contrato que ella negoció con los popes de los estudios y las plataformas digitales.
Como resultado hubo mejoras salariales, nuevas reglas para el uso de la inteligencia artificial en la industria y mayor retribución para los actores por el streaming de sus producciones.
Hablamos de un sindicato de 160 mil miembros a los que la actriz sedujo en 2021 con su ética laboral y apasionada defensa de sus derechos.
En medio del paro, en septiembre, fue reelecta presidenta de SAG-AFTRA por 2 años más.
“Fantástico, y ahora vas y te metés en carrera para la presidencia de la Nación”, le dijo Meryl Streep. Y no es la única que piensa que eso es posible.
¿Rumbo a la Casa Blanca? Meryl Streep, entre otros colegas, le pidieron que se postulara para ser presidenta de los Estados Unidos. Foto: AP/Chris Pizzello
Comediante, peluquera y política
Son esas cosas que te preguntan de chica. ¿Qué vas a ser cuando seas grande?. “Escritora, actriz, presidenta y… estilista” fue la respuesta de Francine Drescher, nacida en 1957 en Queens. Convengamos que la pegó en todo. Hasta hizo un curso de peluquería que décadas más tarde la ayudaría a diseñar su personaje de Fran Fine en La niñera.
Como actriz, debutó en 1977 en un pequeño papel en Fiebre de sábado por la noche junto a John Travolta. De 1993 a 1998 se convertiría en guionista y actriz de La niñera (The Nanny) la comedia que la consagró hasta 2023, cuando se reinventó como líder sindical.
Se casó con su novio del secundario (su socio en la producción de La niñera) del que se divorció después de 20 años, cuando él salió del closet sorprendiéndola, aunque quedaron en muy buenos términos. En 1985 pasaron juntos una noche de horror cuando unos rateros entraron a su casa y la violaron a ella y a una amiga.
Fran Drescher, como Fran Fine en «La niñera», la sitcom con la que se hizo popular en todo el mundo.Ella y su ex quedaron en buena relación, Fran es muy amigable, como se vio cuando entraba a las reuniones con las grandes compañías productoras llevando un peluche con forma de corazón.
Lo explica su práctica del budismo: cree que eso ayudó a promover empatía y amor, necesarios para cualquier negociación.
Los ejecutivos la subestimaron y lo supo desde el primer día. Por eso les dedicó su ardiente discurso en julio, cuando anunció el paro. Para explicarles por qué habían llegado a tomar esa medida tan extrema los trató de codiciosos. “Se van a quedar sin nosotros” les avisó. ”No nos dejan opción”.
¿Presidenta en 2028?
Drescher no cierra del todo la posibilidad, “el tiempo dirá” concluye cuando la apuran sobre una posible carrera presidencial. Pero deja en claro que aunque no tiene problemas con la gente que no piensa como ella, no está preparada para las agresiones violentas, los odiadores (haters).
Demócrata, pensó en presentarse como senadora junior de Nueva York para reemplazar a Hillary Clinton. La apoyó como candidata como había hecho con Barack Obama y haría con Joe Biden.
Vista al frente. Fran Drescher decía de niña que quería ser «escritora, actriz, estilista y presidenta», Le falta sólo lo último. Foto: Reuters/Eric GaillardSus tareas políticas empezaron con su lucha para que el congreso pase una ley en 2005 de prevención y diagnóstico temprano del cáncer de útero, enfermedad que le detectaron en 2000. En sus memorias admite que por no haber tratado el tema de su abuso sexual, el dolor se le instaló en el cuerpo.
Con su ascendente carrera sindical se la empieza a comparar con Ronald Reagan, el actor que también dirigió una huelga de actores exitosa en 1960 y luego se convirtió en presidente de Estados Unidos.
La revista THR consultó a dos asesores políticos demócratas para ver si Fran tiene alguna chance. Empate técnico. Uno ponderó su inteligencia y que haga sonreír a las personas atrayendo su atención. Al otro le parece que su defensa de los actores que no quisieron mandatos de vacunas la puede perjudicar, aún cuando ella esté vacunada.
“Lo que me sorprendió es la solidaridad de trabajadores de otros rubros durante el paro”, asegura Fran Drescher a modo de balance mientras comparte su fórmula anti estrés durante los piquetes: escuchar cantos gregorianos, leer citas budistas y ver capítulos viejos de La niñera.
Menos historias apocalípticas sombrías y más de esperanza, ese es su deseo de fin de año.