Debieron transcurrir casi 43 años para que pudiera concretarse una biopic del legendario Bob Marley, que murió en 1981, tuvo once hijos y cuya viuda todavía está con vida.
Marley es una leyenda gigantesca, no solo por sus canciones o su carisma, sino también por lo que representa para millones en el planeta. Su figura es sagrada y es el jamaiquino más conocido en todo el mundo.
Por estas y otras razones, la idea de una película sobre el hombre que puso al reggae en el mapa parecía imposible.
En realidad nunca ha sido difícil ver documentales de grandes estrellas de la música, salvo los que no se estrenaban en Argentina. Lo que sí resultaba verdaderamente complicado hasta hace unos años era ver una serie o película, sobre todo si el o los artistas ya no pertenecen al plano terrenal. Cuando se da esta situación aparece un gran escollo: la opinión de la familia.
La biopic «Bob Marley: la leyenda» es una representación real de Jamaica, de Bob y de la creación de su música. No todos los herederos son proclives a esta clase de emprendimientos y las dificultades son mayores si la familia es numerosa, porque las posiciones se multiplican. Y nadie quiere correr riesgo con su capital ante una familia beligerante, más allá de los derechos que les pudiera o no corresponder.
La aprobación del clan
Tal vez desde el cielo rastafari se impulsó el milagro de Bob Marley: La Leyenda (One love es su nombre en inglés), un filme hecho y derecho que cuenta no solo con la aprobación del clan Marley sino también con muchos de ellos involucrados en el proceso.
“Durante muchos años estuvimos tratando de contar esta historia”, explica Ziggy Marley, el mayor de los hijos de Bob, que junto con su madre, Rita, su mujer, Orly, y su hermana Cedella, comparten roles de producción ejecutiva con Brad Pitt y otros profesionales de la pantalla. “Pero por una u otra razón, todo se venía abajo. Esta vez, no: es el momento adecuado”.
Kingsley Ben-Adir y Lashana Lynch en una escena donde están Bob Marley y su madre, Rita. Foto de prensaA Ziggy se le alinearon los planetas cuando vio la película King Richard, dirigida por Reinaldo Marcus Green. Ahí encontró al hombre clave. Pero antes el director debía pasar por algunas pruebas, sobre todo una reunión con la familia. Un profundo escrutinio realizado por los jueces más severos.
Atravesado el trance y aprobado el hombre, se comenzó a trabajar en lo narrativo. ¿La película debía contar toda la historia de Bob Marley? ¿O era mejor centrarse en algunos hechos y evitar una biopic clásica?
Se resolvió por la segunda opción, y es por eso que la acción se centra en unos pocos años situados entre 1976 y 1978 donde suceden cosas realmente importantes: un intento de asesinato, un show multitudinario que el atentado quiso impedir, un sensato exilio en Londres, la grabación de Exodus y el concierto One Love en el que Bob Marley cerró la grieta política de Jamaica invitando al escenario a los dos políticos en pugna.
En busca del actor
La gran dificultad era encontrar al actor que representara a Bob Marley. Luego de un casting interminable, Ziggy Marley llamó a dos de sus hermanos, Rohan y Stephen: “Muchachos, voy a enviarles a Kingsley para que lo conozcan. Es un hombre razonable. Encuéntrense con él”.
Kingsley Ben-Adir junto a Ziggy Marley y Brad Pitt, productor de la película «Bob Marley: la leyenda». Foto: IGKingsley Ben-Adir se había dado a conocer en series como The OA y Peaky Blinders, y además tenía experiencia en roles pesados: hizo de Barack Obama y Malcom X. A la familia le gustó su onda, su humildad, y su intención de interpretar a Bob pero no usurpar su trono. En definitiva: el respeto por la investidura.
“Buscamos en cada rincón del mundo a alguien que encarnara a Bob Marley –asegura el director Green-; nunca podrás recrearlo, ni traerlo de vuelta, pero sí conjurar su esencia. Lo que Kingsley hizo fue interpretar a Bob cabalmente. Y fue magistral, porque un actor actúa, no imita”.
Kingsley perdió muchísimo peso, aprendió patois, el dialecto jamaiquino; tomó clases de canto, pero las de guitarra no le sirvieron porque Bob Marley tocaba de un modo muy poco ortodoxo, y Ben-Adir tuvo que estudiar sus extrañas posiciones sobre el diapasón.
Otros roles importantes
El corazón emocional de Bob Marley: La leyenda, late en la historia de amor entre el músico y su mujer, Rita, que además formaba parte de las I-Threes, el coro de The Wailers, que completaban Marcia Griffiths y Judy Mowatt, quienes también ayudaron con la amplia consultoría que la película demandó.
Lashana Lynch fue la actriz que recibió la bendición necesaria para encarnar a Rita tras unos pocos minutos compartidos con ella en una habitación. “Mamá dice que tenés la energía”, le comunicó Sharon, otra de las hijas del matrimonio.
“Supe exactamente a lo que se refería: nuestro momento juntas se sintió como dos energías conectándose de manera pura y auténtica. Las preguntas que tenía en mente fueron respondidas con su espíritu. Y eso va más allá de lo que podría haber imaginado”, reflexionó Lynch.
El otro rol importante aunque menos conflictivo, fue el de Chris Blackwell, creador del sello Island, que apoyó a Marley en su desembarco en la arena global. Esa interpretación quedó en manos de James Norton, que supo sobresalir en la excelente serie Happy Valley y otras.
La producción de «Bob Marley: la leyenda» decidió filmar en Jamaica.Hubo un consenso general entre la familia Marley, el director, el guionista y los actores en que la película no estaría completa si solo se centraba en Bob: el filme también debía mostrar a Jamaica. Para conformar el equipo se reclutó a 252 jamaiquinos que trabajaron en distintos roles.
“Tuvimos el apoyo del primer ministro jamaiquino –dice Green-, del ministro de cultura y muchas otras organizaciones. Fue verdaderamente importante para este film porque de esa manera pudimos recorrer el viaje de Bob».
Y agregó: «Grabamos en la verdadera Bull Bay (conocida como Playa Marley porque Bob pasaba mucho tiempo ahí con sus hijos), en el 56 de Hope Road (hogar de Bob Marley, hoy devenido en museo), en la calles reales de Trenchtown, en los estudios Tuff Gong y en Strawberry Hill. Esta película se hizo en Jamaica con gente de Jamaica. Todos protegen a Bob y a su familia, muy respetada por como manejó el legado de Marley”.
Autenticidad y respeto
Más allá de la leyenda y sus implicaciones, Bob Marley ha sido principalmente un músico y en ese terreno también había que mostrar autenticidad y respeto. Se delegó el comando de esa trinchera en Stephen, otro de los hijos de Marley, que actuó como supervisor musical.
Bob Marley en vivo con The Wailers y su famosa sección de coros, tal como muestra el biopic que se estrena este jueves. Foto de prensaPara interpretar a los músicos de The Wailers, también se usó idéntico rigor. De esa manera, hubo hijos que hicieron de sus padres, como Aston Barrett Jr., hijo del legendario bajista del mismo nombre y sobrino del baterista original del grupo. También David Kerr, descendiente del guitarrista Junior Marvin.
“Es un sueño hecho realidad –afirma Kerr-, siempre me gustó actuar para mi papá, que llevaba a todos lados una cámara y hacíamos pequeños videos caseros y luego estudié actuación. Pero lo que hace especial este trabajo es que puedo revivir lo que él hizo”.
En el set todos coincidieron que además de Rita, el otro oráculo y talismán en la confección de este film fue Neville Garrick, gran amigo de Bob, que diseñó varias de las portadas de sus discos, y era el director de arte de sus puestas en escena.
“Todo el mundo amaba escuchar las historias de Neville durante el rodaje –ríe Ziggy Marley- porque era capaz de darnos detalles invalorables a la hora de hacer la película. En un momento, John Warhurst, nuestro supervisor de producción musical, estaba buscando en Google qué tipo de música ponían Bob Marley and The Wailers en las fiestas que organizaban en sus casas. ¿Quién mejor que Neville para contarnos?”.
El afiche del biopic «Bob Marley, la leyenda», que se estrena este jueves 15 de febrero.Garrick, además, fue testigo directo de muchas de las cosas que se narran en el filme: estaba junto a Bob cuando un grupo armado entró a su casa para acribillarlo. Pero… ¿qué estaba haciendo Marley cinco minutos antes de la balacera? A Kingsley Ben-Adir le importaban esa clase de detalles para interpretar fehacientemente a Marley.
“¡Estaba haciendo malabarismo con naranjas!”, dictaminó Garrick. Sheldon Shepherd hizo de Neville Garrick en la película y conversando con él descubrió una coincidencia increíble: ambos fueron a la misma escuela, y además, Garrick fue su profesor de arte.
Las fuerzas del cielo rastafari parecen haber extendido un manto protector sobre Bob Marley: La Leyenda. Ya se verá su destino comercial y el veredicto de la crítica y los fans, pero no se puede decir que el equipo escatimó esfuerzos a la hora de recrear los hechos tal cual sucedieron.
“La autenticidad de la esencia jamaiquina es algo que jamás se había visto en una producción de Hollywood de esta envergadura –concluye Ziggy Marley-. Esta película es una representación real de Jamaica, de Bob y de la creación de su música. Pero lo hemos enfocado como un proyecto creativo, no como algo emocional. Mis emociones van más allá de esto. De lo que se trata esta película es de mostrar la verdad”.