«Los precios van a seguir bajando», prometió días atrás el ministro Luis Caputo. Mientras el funcionario se aferra a ese compromiso lo cierto es que lo que baja es el dólar, pero los precios siguen escalando.
El Gobierno se anota como una cucarda el retroceso de los dólares paralelos, que en lo que va del año subieron apenas 7,6% en el caso del contado con liqui, mientras el blue cerró a $ 995, diez pesos abajo del precio con el que arrancó el 2024. Pese a esta baja hay precios que se siguen acelerando. En particular, al ministro le preocupa lo que está ocurriendo con los alimentos. Tras desacelerarse en febrero, en el arranque de marzo recuperaron impulso.
Según el informe de la consultora LCG, la primera semana de marzo cerró con una inflación de 3,6% en alimentos y bebidas, lo que supone una aceleración de 2,3 puntos porcentuales respecto a la semana anterior. Así, la suba promedia 11,9% en las últimas 4 semanas y 12% punta a punta en el mismo período.
Entre los bienes alimenticios con mayores incrementos semanales estuvieron los productos lácteos y huevos (9,4%), frutas (8,82%), comidas listas para llevar (6,52%) y verduras (3,83%).
El miércoles pasado, el ministro Luis Caputo convocó a los representantes de las principales empresas de alimentos. “Excelente reunión ayer con los productores de consumo masivo. Coincidencia en que los precios van a seguir bajando y que es importante transparentar el precio real por unidad de los productos de manera que puedan ser capturados apropiadamente por el Indec”, planteó el jefe del Palacio de Hacienda en un posteo en su cuenta de X.
El análisis que hace Caputo es que muchas empresas aumentaron sus precios previendo que el salto inflacionario sería mayor al que fue. “Hoy tienen precios de lista muy altos que la gente no convalida mayormente, y que ya han empezado a bajarlos, pero vía promociones, del tipo ‘60 pct de descuento en la segunda unidad’ o hasta ‘2×1′”, señaló Caputo.
“Estos descuentos si bien no los capta el Indec por su modalidad lógica de medición por unidad, son una clara señal de desaceleración inflacionaria”, afirmó el ministro.
El economista Martín Kalos, de la consultora EPyCA, apuntó que «los alimentos hace varios meses vienen mostrando una dinámica donde en la primera semana de cada mes se aceleran. Eso tiene que ver con un comportamiento de las empresas que esperan hasta el día 1 de cada mes para mandar listas de precios».
«En un régimen de alta inflación como el que existe desde hace ya un año y medio o dos, los precios reaccionan a distintas variables, no a una sola», como el dólar.
Así «en diciembre los alimentos subieron de la mano de la devaluación del dólar oficial, pero en estos meses estamos viendo a las empresas anticiparse a los aumentos planificados en energía, por ejemplo. Además la inflación sigue siendo alta, aunque se desacelere unos puntos en febrero», señaló Kalos.
A esto hay que agregar que «todavía no hay una competencia de productos importados que aplaque esos aumentos».
«La inflación de alimentos no puede disociarse de la inflación en general. No se puede ponerle un tope a ciertos precios mientras los demás se aceleran», agrega el economista.
Kalos explicó que con la devaluación del tipo de cambio oficial en el arranque de la gestión de Milei «hubo aumentos precautorios de parte de muchas empresas que superaron a la inflación de diciembre. Pero con los datos de enero y febrero es difícil pensar que no fueron acomodándose los precios. Hoy el problema es que no venden porque el mercado está deprimido y recurren a ofertas como el 2 x 1 para tener ingresos que les permitan cubrir costos fijos o en algunos casos ganar volumen de ventas».
Sin embargo, Kalos destacó que este recurso de marketing al que hizo referencia Caputo las empresas lo vienen utilizando desde hace años. «No hay evidencia de que ahora haya más niveles de descuentos ni de que el índice no esté reflejando la inflación real».
Y resaltó que cuestionar al INDEC cuando al inflación escala es una práctica habitual. «También otros gobiernos se quejaban de que el INDEC medía mal, y esto nunca fue cierto, excepto en el período de Guillermo Moreno. Incluso Cavallo y Lavagna publicaron índices paralelos con sus propias mediciones de inflación».
Según la consultora Equilibra hay factores puntuales y estacionales que empujan la inflación en marzo, uno de ellos, es «el impacto de Semana Santa en el consumo de ciertos alimentos como el pescado y el chocolate».