InicioEconomíaJubilaciones: el megaproyecto se saltea un mes de movilidad

Jubilaciones: el megaproyecto se saltea un mes de movilidad

El empalme entre la fórmula del Gobierno anterior, que estaría vigente hasta marzo, y la que regiría a partir del 1° de abril no contempla la inflación de enero 2024, según se desprende el megaproyecto del Gobierno.

Así lo dice la Oficina de Presupuesto del Congreso, (OPC). “La fórmula actual utilizará, para el cálculo de la movilidad de marzo 2024, la información del trimestre octubre-diciembre de 2023, mientras que la nueva fórmula, tomará para la movilidad del mes siguiente (abril 2024) la información de febrero 2024, por lo que la variación de precios del mes de enero no estaría contemplada en la recomposición de los haberes previsionales”. Se estima que la inflación de enero podría rondar entre el 20 y 25%

En consecuencia, para no “saltear” un mes completo de movilidad, ya en marzo debería empezar a regir la movilidad por inflación en base al dato del IPC de enero, más algún porcentaje adicional para ir recomponiendo al menos la pérdida de 2023. Y en abril ajustar los haberes por el IPC de febrero, más un adicional para proseguir con esa recomposición.

A la pérdida de entre el 20 y 25% por la inflación de enero, habría que sumar la del año pasado. Considerando los bonos, “durante 2023, la pérdida de poder adquisitivo para quienes percibieron los haberes más bajos (iguales o cercanos al haber mínimo garantizado, que representan el 48% de los beneficiarios) fue del 14,1%. Para los restantes jubilados y pensionados, la pérdida de poder adquisitivo fue del 32,2%”, calculó la OPC.

Según IARAF (Instituto de Análisis Fiscal), «durante 2024, la pérdida real de las jubilaciones y pensiones sería del 16,4% respecto a 2023, confirmando el séptimo año consecutivo de caída real”, Y “desde el lado fiscal, el tamaño real del gasto en jubilaciones tendrá una disminución. Dada una caída real del PIB del 4% durante 2024, el peso relativo de las jubilaciones podría bajar 0,8 puntos porcentuales del PIB”.

El Informe de la OPC explica que “la pérdida en el valor de compra de los haberes previsionales es consecuencia de la propia dinámica inflacionaria, ya que una aceleración de la inflación deteriora el valor real de las jubilaciones (por utilizar información pasada/histórica para su cálculo), mientras que por el contrario una desaceleración las recompone. Por ello se estima que, en caso de que durante 2024 se verifique una desaceleración de precios, los haberes reales probablemente caigan durante el primer trimestre por el empalme y la aplicación de la formula vigente, pero luego comiencen a recuperarse en la medida que los incrementos en base a inflación pasada sean superiores a los nuevos precios. El efecto final dependerá de cuan pronunciada sea la baja inflacionaria a lo largo del año”.

Por eso, también el Informe de IARAF señala que “el punto clave es si esta suba alcanza a compensar la caída real que tendrán los haberes durante el primer trimestre del año. Mucho más relevante es si alcanza a compensar parte de lo perdido en los últimos 6 años.

Por otro lado, el Informe de la OPC señala que si el esquema de movilidad de las jubilaciones y pensiones contenido en el megaproyecto de ley se hubiera aplicado en 2023, la pérdida jubilatoria hubiera sido del 22%. Esa caída hipotética – aclara- es para evitar realizar proyecciones de inflación proyectando sobre 2023 la aplicación de las variables de movilidad para 2024.

SN

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