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Inflación: las tarifas y la suba del dólar frenarán la baja de los precios en junio

Desde diciembre del año pasado, cuando la inflación llegó a un pico del 25,5%, la contracción de la economía produjo una desaceleración de los precios. Pero ese camino descendente que se vino dando hasta ahora tendría un freno a partir de junio, cuando el impacto de una nueva suba de tarifas y la reciente alza del dólar vuelvan a impactar en el Índice de Precios al Consumidor (IPC).

Según los economistas que aportan sus previsiones al REM, Relevamiento de Expectativas del Mercado, en mayo la inflación estará en torno del 5,2%, mientras que en junio y julio se ubicaría en 5,5%, levemente por encima del mes pasado.

El dato de mayo se conocerá oficialmente el próximo jueves. Precisamente para mitigar circunstancialmente el impacto en la inflación, el mes pasado el Gobierno decidió postergar algunos aumentos de tarifas. Necesitaba mostrar una baja en el índice de precios en medio de la pulseada que mantiene a nivel político para aplicar el ajuste que desea.

En este contexto, la merma que seguramente mostrará el índice del quinto mes del año como producto de una caída contundente del consumo, entre otras razones, se mantendría en baja respecto de abril, pero no se repetiría la misma tendencia hacia el final del segundo trimestre. Un adelanto de lo que ocurrió en mayo ya pudo constatarse en el dato oficial de la inflación de la ciudad de Buenos Aires, que evidenció un aumento del 4,4%.

El economista Fausto Spotorno, de la consultora de Orlando Ferreres & Asociados, estima que la inflación de mayo cayó bastante, a 4,6%, «y la tendencia de fondo va a seguir hacia la baja aunque algunos shocks la van a hacer subir o van a ralentizar su descenso hacia julio o agosto debido al aumento de las tarifas o la recuperación del crédito hipotecario, por ejemplo. «Pero en la medida que se limpien esas cuestiones, se va a retomar la baja de la inflación», advierte.

En la consultora ACM, plantean que su escenario base es de una inflación promedio mensual del 5,2% para los próximos meses, lo que significa una inflación aproximada de 147,75% para 2024.

Según el REM, se prevé una inflación de 5,2% para agosto y 5,3% para septiembre. «Ya en octubre y noviembre, el mercado espera que continúe con esta trayectoria descendente, aunque mostrando su piso, con una inflación mensual de 4,6% y 4,5% respectivamente”, detalló ACM en un informe.

Según Ricardo Delgado, a cargo de la consultora Analytica, “probablemente el dato de mayo va a ser difícil de mantener en junio”, no solo por el aumento de las tarifas y por la brecha cambiaria, sino también por «los ruidos políticos», dice. “Todo esto hace que se dificulte la perforación de la tasa de inflación”. Para esta consultora, el dato de junio estará un poco por encima del registro de mayo, adelantó el economista.

Según explica Aldo Abram de la Fundación Libertad y Progreso, «cuando se deprecia el valor de cualquier moneda, no es que el impacto sobre los precios de los bienes y servicios es inmediato. Lleva en los países normales entre 9 y 18 meses». Como en la Argentina tenemos una gimnasia en términos de vivir periodos de alta inflación e hiperinflaciones, reacciona más rápido, explica.

Según el analista, «en la medida que uno no sume una nueva pérdida de poder adquisitivo de la moneda, la inflación va a seguir con una tendencia a la baja. Ahora claro, cuando hay países como el nuestro, en el cual hay precios subsidiados como las tarifas, que las fija el Gobierno, lo que termina pasando es que, si se demora la quita de subsidios, el proceso de baja de la inflación dura más tiempo y es lo que está pasando ahora», dice.

«Es verdad que en mayo vamos a tener alrededor del 4,5% de inflación, pero si se hubieran aumentado las tarifas, como estaba planeado, hubiera sido un 6%. Igual desacelerándose, pero en algún momento habrá que reflejar en las tarifas y en lo que queda de precios regulados lo que se depreció la moneda, así que eso le está poniendo un piso a futuro».

Abram cree que también le está poniendo un piso a futuro a la inflación, «el hecho de que en el último mes hubo mucha incertidumbre desde el Congreso, sumado a la baja de la tasa de interés del Banco Central, cierta fuga de capitales, una caída de la demanda de pesos y, por lo tanto, una pérdida de poder adquisitivo. Todo eso se adiciona y probablemente en los próximos meses nos haga ver algún 6% aunque mayormente serán 4% y 5%, estimó el analista.

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