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Cumple 30 años el plan de Brasil para dolarizar, desindexar y cambiar la moneda ¿Las Fuerzas del Cielo lo vieron?

¿Se puede dolarizar sin dólar?

Brasil lo hizo.

O al menos de ello se jactó uno de los autores intelectuales del Plan Real, Edmar Lisboa Bacha, economista de Yale. “Lo describiría como un intento de dolarizar la economía pero sin el dólar”, definió en su momento al programa estabilizador del gobierno de Itamar Franco y que Fernando Henrique Cardoso condujo como ministro de Economía.

El ‘intento’ llevó la tasa de casi 50% mensual a un dígito y Cardoso pasó de ministro a presidente. “Olvídense de todo lo que escribí”, dijo al asumir en el Palacio de Planalto. Cardoso había sido autor de la teoría de la dependencia, faro de la izquierda latinoamericana.

El real no se trató de un programa en el que alguien apretó una tecla y corrió de un día para el otro. La operatoria tomó como un año y resultó un experimento a cielo abierto. La diferencia con otros anteriores fue que esa vez salió vez.

Tuvo tres etapas: mediados de 1993 (ajuste fiscal), principios de 1994 (creación de una suerte de UVA llamada URV, unidad real de valor, para uniformar el sistema de indexaciones) y mediados de 1994 (reforma monetaria, se reemplazó la URV y el cruzeiro por el real).

¿Por qué resulta interesante traer el recuerdo? Porque las palabras de Bacha por entonces, suenan actuales si se toman en cuenta los desafíos que parece encontrar hoy Luis Caputo y el equipo económico, a la hora de posponer aumentos de tarifas, actualizaciones y fiscalizar oligopolios para romper la espiral inflacionaria que arrastra la economía.

A continuación, un resumen de qué decía Bacha sobre el plan en 1994 y resulta relevante para Argentina treinta años después:

Abordaje del problema. “Hay dos maneras de ver cualquier problema: una consiste en partir del fin para llegar al principio. Supongamos que queremos ir a la luna y que sabemos dónde está ubicada. Entonces solo hay que trazar una trayectoria matemáticamente perfecta para alcanzarla. Pero esto exige que haya un gran control de las variables que definen la trayectoria. La otra forma es cuando uno solo sabe que la luna está en algún lugar del cielo y reconoce que no tiene instrumentos precisos. Entonces hay que realizar un proceso de aproximaciones sucesivas. Pero claro, en el camino enfrenta miles de problemas: las nubes, las tempestades, interferencias cósmicas”.

La política y los políticos. “En Brasil no tenemos las precondiciones políticas ideales, pero sí poseemos las económicas. Si uno mira la problemática política, se va a su casa a llorar. En el gobierno nos dijeron que íbamos todos juntos al precipicio. Les contestamos que esperen. El precipicio no llegó”.

Dolarizar sin dólares. “El Plan Real es un plan gradualista porque opera en tres fases. La primera fue el ajuste fiscal y el equilibrio presupuestario. La segunda fase consistió en uniformar el sistema de indexación vía la unidad de cuenta llamada Unidad Real de Valor con una paridad uno a uno con el dólar. Queremos que los precios, salarios y contratos se refieran a esa unidad. Yo describiría esto como un intento de dolarizar la economía sin el dólar”.

Desindexar. “El valor de la URV varía en un intervalo definido por tres índices de precios. Hay una banda de flotación: entre el índice más alto y el más bajo”.

Hay una expresión que los economistas utilizan para referirse al error que las personas cometen con alta inflación: ilusión monetaria. Irving Fisher, economista también de Yale, escribió un libro sobre el tema hace casi cien años. Pero los brasileños y los argentinos se avivaron y vencieron la ilusión monetaria. ¿Cómo? Indexando. El real quebró eso.

El cepo. “A diferencia de la convertibilidad en la Argentina (N.E.: el real entró en vigencia a mediados de 1994 y la convertibilidad en abril de 1991), en Brasil tenemos control de cambios y no estamos pretendiendo liberalizarlos. Los flujos de capitales los mantendremos bajo control. En este momento nos interesa evitar el ingreso excesivo de capitales que produzca una sobrevaluación de la moneda brasileña. Tenemos que tener mucho cuidado porque Brasil no podría sobrevivir sin San Pablo que es el corazón industrial”.

El atraso cambiario. “El Banco Central ajusta diariamente la URV y el dólar con los mismos índices de precios. La URV sigue la inflación y no se atrasa. No es para detener la inflación sino para uniformar la indexación, la URV y el ajuste fiscal con las fases intermedias del plan de estabilización. Cuando se lance la nueva moneda, transformando la URV en el real, la indexación estará prohibida”.

Los oligopolios. “El gobierno controlará los oligopolios y permitirá fiscalizarlos. Se analizarán los precios de los últimos cuatro meses y se verá qué hacer. Los que aumentaron exageradamente precios tendrán que explicar por qué lo hicieron y ver de retrotraer precios”.

Por último, un detalle no menor: Cardoso reestructuró la deuda externa (Plan Brady).

Franco, Cardoso y sus economistas la vieron. En el ejemplo de Bacha llegaron a la luna. ¿Las Fuerzas del Cielo también lo habrán visto?

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