Los aplausos para la Selección argentina de las casi 10 mil personas que presenciaron la final del Mundial de futsal en el HUMO Arena de Uzbekistán mientras recibe la medalla plateada después de perder por 2 a 1 contra Brasil son el mensaje más claro: la hidalguía de este equipo que se mantuvo en la cima de este deporte en las últimas ediciones son mucho más que un resultado tan corto. Los abucheos del público para los árbitros españoles Alejandro Martínez y Juan Cordero cuando subieron a recibir la medalla de manos del presidente de la FIFA, Gianni Infantino, también explicó un poco lo ocurrido en Tashkent.
Esas dos jugadas polémicas que todo el cuerpo técnico reclamó -incluso con el uso del VIR en la primera y haciendo caso omiso al pedido en la segunda- fueron decisivas en el desarrollo de un encuentro en el que el arquero brasileño Willian fue el MVP, quedándose también con el Guante de Oro de la competencia, sucediendo al argentino Nico Sarmiento, que había ganado consecutivamente en 2016 y 2021.
Argentina no pudo con Brasil en la final del Mundial de futsal. Foto: AFASe quedó de nuevo a las puertas, Argentina. Como en 2021, los dos tantos vinieron de situaciones resolubles. Primero un tiro libre -también cuestionado en su sanción- que Ferrao, que jugó lesionado, empujó en el segundo palo casi cayéndose al piso. Apenas habían pasado cinco minutos de juego.
Un rato más tarde, pero todavía en el primer tiempo, de un córner a favor de la Albiceleste salió el contragolpe en el que Felipe Valerio remató, Nico Sarmiento rechazó, pero con tanta mala suerte que le dio en la pierna izquierda a Rafa Santos y se metió dentro del arco.
Entre medio de los dos goles fue la jugada en la que Pito -que también jugó disminuido físicamente por una lesión en la pierna derecha- le pegó un planchazo durísimo a Angel Claudino. Los árbitros cobraron la falta, pero no sacaron ni siquiera amarilla. El banco de suplentes argentino inmediatamente reclamó y el DT Mati Lucuix hizo el gesto de solicitud de revisión de video.
Un par de repeticiones, diferentes cámaras y ángulos, pero Martínez y Cordero determinaron que solo era amarilla para el pivot del Barcelona de España.
Era demasiado amplio ese resultado para el desarrollo del juego. Argentina ya había probado varias veces y de diferentes formas a Willian, el arquero que recientemente decidió irse a jugar a Rusia y dejar la Liga brasileña.
El segundo tiempo el trámite se potenció, para uno y para otro lado. También las atajadas de Wilian. Fue la pesadilla de la Selección argentina y se agigantó con cada intervención, lo que le valió también ser el MVP de la final de todos los tiempos.
Faltaban casi cinco minutos cuando Lucuix apostó por el arquero-jugador. Primero con Gauna y después con Matías Rosa, que anotó el descuento capitalizando un rebote largo del propio golero brasileño. Encendió la ilusión, incluso porque Brasil estaba en penalización de faltas, lo que le daba una chance más a la Albiceleste con un posible doble penal.
En esos 120 segundos finales, Cristian Borruto, en tres ocasiones, y Taborda inquietaron el marco brasileño, pero el empate no llegó y Brasil volvió a ganar el Mundial. Fue la sexta vez en que la Verdeamarela llegó a lo más alto del podio, sumando a las ediciones de 1989, 1992, 1996, 2008 y 2012.
Nada tiene que reprocharse, Argentina. Pese al recambio de jugadores de los últimos años, ratificó un rumbo. El que la AFA baja para sus selecciones con la Scaloneta a la cabeza y que no está exento en el futsal. Ahora será momento de barajar y dar de nuevo, pero para bien o para mal, la historia no se borrará.