El marfileño Evan Ndicka, defensor de la Roma, se desplomó este domingo durante el duelo entre Udinese y el equipo donde juegan los argentinos Leandro Paredes y Paulo Dybala, lo que obligó a la suspensión del encuentro válido por la Serie A y causó un susto grande en el fútbol italiano.
En el minuto 71 del partido, el joven de 24 años se llevó la mano al pecho e hizo saltar todas las alarmas en el BlueEnergy Stadium de Údine (norte) en el que tenía lugar el partido.
Rápidamente, tanto el colegiado como Daniele De Rossi, entrenador de la Roma, llamaron a las asistencias médicas con urgencias, que entraron también con el desfibrilador.
Tras dos minutos y sin necesidad de reanimar al jugador, el equipo médico se llevó a Ndicka en camilla, consciente. De hecho, hubo un gesto de pulgar para arriba del futbolista mientras ingresaba en los vestuarios.
Fue en ese momento cuando De Rossi se negó a continuar el partido sin revisar él mismo el estado de su central. Acudió dentro del vestuario a comprobar la condición de Ndicka con el permiso del árbitro.
«Está bien», dijo el técnico cuando volvió al campo, tranquilizando a sus jugadores.
Sin embargo, De Rossi, visiblemente afectado y preocupado, pidió al árbitro y al entrenador rival, Daniele Cioffi, suspender el partido por la complejidad de la situación.
El técnico ‘giallorosso’ reunió a sus jugadores y la Roma mostró su preocupación y su deseo de no continuar el duelo. De Rossi se lo comunicó al técnico y capitán del Udinese, el argentino Roberto Pereyra, y finalizó el partido.
Los capitanes del Roma se acercaron a la grada en la que estaban sus aficionados para explicarles lo sucedido. Todo el estadio del Udinese aplaudió la decisión del colegiado de suspender el duelo.
Tras un primer control en la sala médica del estadio, el jugador fue trasladado al hospital Santa Maria della Misericordia de Údine sin perder en ningún momento la conciencia, informaron los medios locales.
Roberto Pereyra y Leandro Paredes. Foto: EFE/EPA/GABRIELE MENISFaltan poco más de 10 minutos que tendrán que recuperarse en otro momento, con un empate a 1 en el marcador, tras los tantos de Pereyra -en su partido número 200 con el conjunto local- y el belga Romelu Lukaku, que marcó el gol 300 de su carrera.