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Cartas de lectores: Tragedias evitables, colapso educativo, sueldos congelados

Carta de la semana

Tragedias evitables

La muerte siempre nos conmueve, sobre todo cuando afecta a niños y ocurre de forma imprevista y antinatural. Casos como el de Thiago; Bastián Escalante, el 10 de julio en Wilde; la desaparición de Loan en Corrientes, o el de las hermanitas Pilar y Delfina Hecker, por la inundación en Bahía Blanca, generan dolor, miedo, indignación y una necesidad inmediata de hallar responsables. Es difícil encontrar respuestas ante tragedias absurdas. En los casos de Thiago y Bastián, la muerte fue causada por disparos policiales para reprimir hechos delictivos. No hubo intención dolosa: fueron desenlaces trágicos en contextos de legítimas actuaciones. El oficial de la Policía Federal Facundo Aguilar Fajardo permanece detenido mientras se investiga si hubo exceso en su accionar, aunque actuó para protegerse junto a su madre frente a un ataque armado solo ante cuatro delincuentes. Además, la víctima se encontraba a 200 metros del lugar en que se produjo el enfrentamiento. Juzgar con tanta liviandad a quienes tienen el deber de proteger, sin considerar la presión y el riesgo que implica esa actividad, podría generar consecuencias graves: la inacción futura por temor a represalias judiciales.

Más allá de buscar culpables y la urgente necesidad de modificar leyes, sería de vital importancia que cada responsable político en su jurisdicción revisara protocolos de seguridad, prevenciones más eficientes, atenciones médicas oportunas para las víctimas y otras condiciones para evitar estas tragedias. La sociedad necesita respuestas sensatas y justicia equilibrada.

Ricardo A. Titto

DNI 572.194 (Ex-LE)

Colapso educativo

Con excelente criterio y sensibilidad política y social, veo con agrado que la nacion –a página entera y con el titular “Aprender. Solo el 14,2% de los chicos del secundario aprueba matemática”– expuso el jueves pasado la verdadera catástrofe educativa en nuestro país. En un mundo en donde la ciencia y la técnica son pilares tanto de su desarrollo económico como también del humano, este tema no figura en el listado de prioridades de nuestros legisladores, ya sea del oficialismo o de la oposición, enfrascados hoy en las disputas mezquinas de las internas partidarias en vista de las próximas elecciones legislativas.

Verdadero colapso educativo en la Argentina, sin viso de reacción actual.

Arq. Fernando Aftalión

[email protected]

Sueldos congelados

El sueldo de los diputados, senadores y funcionarios públicos en general debería congelarse por 5 años cada 5 años. Así evitaríamos que voten y tomen medidas que generen inflación.

Jorge C. Solari

DNI 16.928.574

Jueces de la Corte

Los senadores de la Nación luego de mucho tiempo no han podido aprobar aún el nombramiento de dos jueces para completar la composición de cinco miembros de la actual Corte Suprema, pero algunos proponen que se nombren cuatro, para llevar su integración a siete. Es algo incoherente este planteo. Asimismo, me pregunto sí es necesario ese aumento de miembros, que significará un alto costo presupuestario. La Corte de los EE.UU. tiene nueve jueces con más de 340 millones de habitantes, y nosotros, con 46 millones, tendríamos siete.

Horacio Bicain

[email protected]

Residencias hospitalarias

Mi papá hizo su residencia hospitalaria en los EE.UU. en los años 30 y 40. Residía en el hospital. Cuando salía de franco el día sábado, le daban unos viáticos para las comidas del fin de semana. No tenía sueldo. Ese era el espíritu de la residencia. En la Argentina, seguramente, la falta de edificios para alojar a los residentes derivó en el pago de una beca de formación para que puedan “residir” fuera de las instituciones. Cuando fui residente en el Hospital de Clínicas en los años 70, cobraba la mitad de lo que cobraban los “municipales” de la ciudad. Lo había elegido por su calidad formativa, no por el “sueldo”. Un residente es joven y sano y puede buscar otras ocupaciones en sus horas libres, como lo hice yo, para complementar su ingreso. Distinto es lo que nos sucede a los médicos en la provincia de Buenos Aires. Debido al Art. 47 de la ley que creó la Caja de Médicos, si queremos cobrar la jubilación (de un importe mucho menor que el sueldo de los residentes del Garrahan), debemos entregar la matrícula y se nos prohíbe seguir trabajando, aun cuando siendo septuagenarios tengamos salud y fuerza como ellos. El médico en la Argentina ha sido degradado sistemáticamente por las instituciones públicas y privadas, reduciéndolo a una condición vulnerable. Y, está a la vista, esa vulnerabilidad ha permitido la contaminación de sus justos reclamos por gremialistas y políticos. Es un sálvese quien pueda.

Edgardo Daniel Rolla

DNI 7.591.079

Mística de servicio

Un mero trámite me llevó a conocer un estilo de trabajo, el de la comuna 13, de la avenida Cabildo, en Belgrano. Ingresé en el horario previsto de la mañana, con fecha y horario fijados vía online. Obviamente, me entregué al ritual con cierta apatía, previendo demoras y no necesariamente buen trato. A las 9, puntualmente, un compacto grupo de empleados, distribuidos por sectores, atendían a los interesados en llevar adelante sus trámites. A los pocos minutos me llamaron y, sin prisa y sin pausa, se sucedieron una serie de encuentros con diferentes profesionales que implicaban la renovación de mi carnet de conductor. Cumplí con inusitada velocidad tests, entrevistas, pagos y verificaciones de datos. En una hora y minutos se cumplió, más que armoniosamente y a un ritmo vertiginoso, el objetivo del encuentro: tenía mi renovación concluida. Observé un equipo concentrado, cordial, empático, más que prolijo y profesional. No había distracciones; por el contrario, un clima laboral de concentración. Mística de servicio. Advertí que más de cien ciudadanos eran asistidos en sus más diversas necesidades y requerimientos, y con todos se interactuaba con diligencia y cordialidad.

Vaya mi reconocimiento al personal de la comuna 13, que honra el trabajo de ser empleados públicos, tantas veces hostigados y criticados. Allí responde con eficiencia, entrega y la mejor disposición de servicio. ¡Muchas gracias!

Norberto Frigerio

DNI 5.826.86

Diálogo y reparación

Como integrantes de los Foros de Almirantes (FAR) y Generales Retirados (FGR), valoramos y adherimos a la reciente reflexión del exvicepresidente Julio Cobos en la que convoca a recuperar el respeto, el diálogo y la fraternidad entre los argentinos. Su adhesión a las palabras del arzobispo de Buenos Aires y su llamado a superar la violencia verbal y el odio son indispensables en una nación herida por la descalificación permanente y el debilitamiento de los lazos sociales. No obstante, con el mismo espíritu de unidad y reconstrucción moral que inspira su mensaje, consideramos necesario señalar que toda genuina reconciliación nacional exige prudencia, como icono de la verdad y la justicia, que conlleve al reconocimiento pleno del sufrimiento de todas las víctimas. En ese sentido, la reparación de los ciudadanos que padecieron la violencia terrorista en nuestro país continúa siendo una deuda pendiente del Estado argentino. Entre las décadas de 1960 y 1980, más de 17.000 compatriotas fueron secuestrados, mutilados o asesinados por organizaciones armadas que intentaron imponer su ideología mediante el uso de la fuerza. Muchas de esas víctimas aún permanecen sin nombre en los registros, sin justicia en los tribunales y sin un reconocimiento institucional que repare el daño sufrido. No puede haber una verdadera unidad nacional si se continúa ignorando o relativizando su condición de víctimas. Por eso, reafirmamos que la unión de los argentinos no podrá alcanzarse si se siguen excluyendo memorias y negando verdades. La reparación de las víctimas del terrorismo, como lo ha expresado recientemente el obispo castrense y lo propone el diputado López Murphy en su proyecto de ley, es una afirmación del principio de igualdad consagrado por la Constitución. Reconocer este dolor es también reconocer el valor de toda vida humana, y recordarnos que las víctimas no tienen ideología ni pueden ser objeto de categorías morales. Mucho menos pueden quedar excluidas de la protección igualitaria de la ley.

Sería deseable que referentes de trayectoria democrática como el diputado Cobos, comprometidos con la paz y la convivencia, también acompañen públicamente este proceso de reparación histórica. La memoria completa no divide: al contrario, fortalece el tejido social cuando se asume con honestidad y sin rencores. En este sentido, el tratamiento del proyecto de ley que propone el reconocimiento y la reparación a todas las víctimas del terrorismo nos interpela como sociedad y debería conducirnos a un debate serio, sin agravios, donde se expongan argumentos fundados en la verdad, orientados al cumplimiento del mandato constitucional de igualdad ante la ley y a la consecuente obtención de justicia. Su eventual sanción marcará un antes y un después en el camino hacia una Argentina reconciliada consigo misma, donde nadie quede excluido del derecho a la verdad, la justicia y la dignidad.

No es cosa del pasado, muchas víctimas conviven olvidadas entre nosotros.

Gral. de brigada (R.) José Luis Figueroa

Presidente del Foro de Generales Retirados

Contralmte. (R.) Carlos María Ramiro

Presidente del Foro de Almirantes Retirados

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