Este viernes por la tarde en la Universidad Nacional de la Patagonia San Juan Bosco (UNPSJB), dos veteranas de Malvinas fueron reconocidas por su labor en el año 1982 tras haber cumplido un rol fundamental atendiendo y conteniendo a los soldados heridos.
El acto se desarrolló en el aula magna de la institución, sitio donde Stella Maris Morales y Alicia Reynoso recibieron el Título Honoris Causa por parte de la rectora Lydia Blanco.
“Estar en Comodoro y recibir este reconocimiento es un abrazo al alma. Nosotras abrazábamos a los soldados cuando estaban heridos y estábamos en el hospital de campaña en el aeropuerto”, expresó Reynoso recordando aquellas épocas de mucha tristeza.
En ese sentido, se mostró contenta por lo que realizó la UNPSJB este viernes y planteó: “cuando te reconocen, a los que vivieron la guerra en primera persona, la emoción es diferente. Comodoro nos abraza de la misma manera que nosotros abrazamos a los soldados heridos que llegaban en el año 1982”.
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Respecto de su complicado trabajo, Reynoso recordó las tareas que debían llevar a cabo en esos momentos de mucha tensión: “nosotras como enfermeras militares somos asistenciales en tiempos de paz y operativas en tiempos de guerra. Hacíamos las atenciones propias de la enfermería, también conteníamos, pero no estábamos preparadas para ello”. Y agregó: “después fuimos olvidadas, hasta que en 2009 levanté la bandera por la visibilidad en aquel tiempo y nunca más la bajé. El 7 de mayo de 2021 fui reconocida tras haber realizado un juicio, nos discriminaron por ser mujeres”, lamentó.
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“Comodoro fue una de las seis bases militares de donde se atacó a la tropa enemiga, era la base logística por excelencia. Salía todo lo que se enviaba a las islas, desde el material humano hasta la comida, donaciones y demás”, añadió.
Concluyendo con sus palabras, la veterana de Malvinas dijo que lo vivido en carne propia fue tremendamente fuerte: «sentimos el dolor, el horror y el olor de la guerra, por eso decimos que el único camino para la paz es el diálogo«.
Por otra parte, Stella Maris Morales, otra de las que entregó todo para ayudar a los soldados heridos, también se mostró agradecida y contenta por lo mencionado anteriormente. “El reconocimiento es algo que sentimos con mucho orgullo, estamos emocionadas. Es algo especial porque es nuestra tierra, el hospital fue nuestra casa en 1982, fue nuestro refugio y ahí atendimos a los heridos que venían de las islas”.
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“Cumplimos nuestro labor como enfermeras profesionales con grado militar en ese momento, tuvimos miedo. Sentimos que estábamos sirviendo y defendiendo a la patria, no con armas, sino con nuestra profesión. Curamos las heridas, no solo las del cuerpo, sino las del alma porque estuvimos ahí presentes como mujeres y hermanas, atendiendo y conteniendo ese dolor”, manifestó.
Por último, mencionó que tras muchos años luchando por el reconocimiento, actualmente es algo que tuvo sus frutos: «volvemos para atrás y ahora sentimos el agradecimiento de toda la gente que nos da esta caricia al alma«.