En medio de las tensiones con los gobernadores por los fondos de la coparticipación y la amenaza de Chubut de cortar el suministro de petróleo y gas, el ministro de Economía, Luis Caputo, viajará el martes a la noche a Brasil para participar de la cumbre de ministros de Finanzas y banqueros centrales del G20, donde Argentina reclama por los sobrecargos del Fondo Monetario, explora financiamiento de Europa y busca acuerdos comerciales.
El secretario de Finanzas, Pablo Quirno, viajará esta noche a San Pablo, ya que el lunes y martes será la reunión de viceministros y vicepresidentes de los Bancos Centrales, mientras Caputo y el titular del BCRA, Santiago Bausili, asistirán el miércoles y jueves a la reunión principal coordinada por el ministro de Hacienda de Brasil, Fernando Haddad, sobre crecimiento global, la estabilidad financiera, perspectivas e impuestos internacionales.
Según pudo saber Clarín, Caputo mantendrá reuniones bilaterales y volverá a cruzarse con la número dos del FMI, Gita Gopinath. La economista partió el jueves desde Buenos Aires a Brasil para participar del G20, luego de reunirse el miércoles pasado con el funcionario y el jueves con Javier Milei para monitorear la marcha del plan de ajuste. «Hay varias reuniones, no tenemos detalles aún», señalaron fuentes del Ministerio de Economía.
Después de su visita sorpresiva a la Argentina y del desembarco del secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, Gopinath destacó el «importante progreso inicial» del gobierno al avanzar en un fuerte ajuste fiscal, pero también advirtió sobre las «dificultades», por lo que pidió mantener el valor real de jubilaciones y la asistencia social así como avanzar en cambios impositivos, a la vez que descartó que se haya conversado sobre fondos frescos.
Argentina desplegó sus cartas en el G20 durante la reunión de cancilleres de la semana pasada, en la que Diana Mondino planteó que «una forma expeditiva y costo-efectiva de llevar alivio financiero inmediato a los países de ingresos medios es la revisión de la política de sobrecargos del FMI que les permitiría agilizar la solución de problemas en balance de pagos, volver a una senda de crecimiento sostenido y recuperar el acceso a los mercados”.
Mondino retomó así el reclamo elevado en su momento por Alberto Fernández, su exministro de Economía, Martín Guzmán, y su sucesor, Sergio Massa. Por el aumento de la tasa, Argentina deberá pagar este año US$ 3.280 millones de intereses al organismo. La tasa es del 4,1%, pero además el Fondo aplica 4 puntos adicionales de sobrecargos a la Argentina por exceder ciertos límites desde que Mauricio Macri tomó el crédito de US$ 44.000 millones en 2018.
Si bien la canciller se mostró en sintonía con las reformas impulsadas por Brasil al sistema multilateral, las relaciones con el principal socio comercial siguen rodeadas de un manto de incertidumbre desde que Lula se ausentó de la asunción de Milei en diciembre, luego de que el líder libertario amenazara en campaña con romper relaciones con China y el país vecino y propusiera disolver el Mercosur, que ahora se busca «modernizar» y ampliar.
La cumbre del G20 podría ser la excusa para la primera foto entre Caputo y Haddad. Mondino analizó el miércoles con su par de Brasil, Mauro Vieiras, la atracción de inversiones brasileñas para ampliar el transporte de gas, la cooperación en ciencia y tecnología y la tasa de la hidrovía. Pero al otro lado de la frontera, lo que llamó la atención en la prensa fue el conflicto con los gobernadores y los dichos posteriores de la canciller argentina.
«Brasil es el principal socio comercial de Argentina, pero no importa ser el principal. Como decían: no importa ser el mejor, sino ser mejor que ayer y no tanto como será«, dijo el viernes Mondino en una conferencia de prensa junto a Blinken en Casa Rosada, donde el funcionario de la Casa Blanca estuvo reunido con Milei, apoyó el acuerdo con el Fondo y abogó por la eliminación de barreras para invertir, tras visitar previamente a Lula.
Argentina exportó el año pasado casi US$ 11.800 millones a Brasil e importó más de US$ 17.300 millones, lo que arrojó un déficit comercial de US$ 5.500 millones. Para incrementar exportaciones, el Gobierno busca reducir el costo de importar y avanzar en acuerdos comerciales. Según cálculos oficiales, el arancel externo del Mercosur posee un escalón pronunciado en insumos básicos de casi 10%, lo que eleva el costo aduanero en bienes finales al 20%.
Milei también mira a la Unión Europea, el segundo destino de las exportaciones argentinas y el primer inversor en el país con US$ 56.000 millones. Mondino repasó la semana pasada con su par de la UE, Josep Borrell Fontelles, el proceso para que Argentina se integre a la OCDE y se mostró interesada en que el Banco Europeo de Inversión (BEI) extienda el financiamiento para inversiones a nuevos proyectos en litio y minería, donde compite con EE.UU. y China.