Una nueva polémica se desató en las últimas en Gran Hermano. Resulta que Santiago del Moro tuvo que frenar todo para calmar a Chiara Mancuso, quien estaba furiosa tras ser sancionada. La participante reaccionó con indignación luego de ser nominada automáticamente por hablar sobre los gritos del exterior, una regla que el programa prohíbe de manera estricta. La tensión creció rápidamente cuando Chiara se dirigió al confesionario para manifestar su descontento.
El conductor del reality explicó con firmeza los motivos de la sanción. «Sí hablaste y lo hiciste bastante», le aclaró del Moro, desmintiendo la versión de la participante, quien insistía en que no había comentado nada. A pesar de las quejas de Chiara, el presentador dejó en claro que la decisión era definitiva y no habría posibilidad de revertirla. Este hecho marcó un momento de alta tensión en la casa.
La sanción también alcanzó a otros cuatro jugadores que infringieron la misma norma. Además de Chiara, Luz Tito, Sandra Priore, Santiago “Bati” Larrivey y Juliana “Furia” Scaglione quedaron directamente nominados. «A partir de este momento, están nominados y no podrán ser salvados por el líder», comunicó el «Big», reafirmando las consecuencias de su conducta.
Chiara, visiblemente molesta, insistió en su postura de no haber roto las reglas. Sin embargo, el conductor no dejó lugar a dudas sobre el incumplimiento. La participante se mostró angustiada y aseguró que la medida era injusta. «No entiendo por qué me sancionaron si no hice nada», expresó con frustración mientras el resto de sus compañeros observaba en silencio.
LA DECISIÓN DE SANTIAGO DEL MORO
La intervención de Santiago del Moro buscó calmar los ánimos y aclarar la situación para todos los jugadores. El conductor recordó que la regla sobre los gritos del exterior no era nueva y que todos estaban al tanto de las consecuencias. La placa de nominación fue confirmada como negativa, lo que significa que el público deberá votar para eliminar a uno de los sancionados.
Este giro inesperado generó tensión dentro de la casa y puso en riesgo la permanencia de varios participantes fuertes. La firmeza de Gran Hermano al aplicar la sanción dejó en claro que las reglas no se negocian y que cualquier desobediencia será castigada sin excepciones.