Se la conoce como Aultmore House y está en el enorme parque nacional de Cairngorms, en las Highlands escocesas. Acaba de cambiar de manos: Bob Dylan y su hermano David Zimmerman la vendieron por unos 5 millones de dólares.
Aislada en las salvajes «tierras altas», el pueblo más cercano se llama Nethy Bridge y los Dylan, que la compraron en 2006 por un millón menos, se han desprendido de ella por falta de uso: ambos solían alojarse en Aultmore House unas pocas semanas al año, pero la llegada del coronavirus cambió sus rutinas y desde el fin de la pandemia no volvieron a ir.
La casa principal, construida en 1914, consta de 1.672 metros cuadrados y tres plantas que tienen 16 habitaciones, 11 baños, salón, sala de billar, dos cocinas, un ala para invitados, oficinas, sótano, taller, carbonera y un estudio de música.
Afuera están Osprey, Heron y Curlew, tres casas de huéspedes de cuatro habitaciones, invernadero, huerto, jardín y un pequeño campo para jugar a croquet. La propiedad abarca diez hectáreas y la mayoría de las habitaciones principales tienen vistas espectaculares hacia los Cairngorms.
Bob Dylan en vivo en 2012, cuando todavía tenía su mansión en Escocia. Foto: AFPEl nuevo propietario es la compañía Angus Dundee Distillers, que elabora whiskies de pura malta y una de cuyas dos destilerías se halla también en el Parque Nacional Cairngorms. Por cierto, Dylan también es de su propia marca de whisky, Heaven’s Door, si bien al ser elaborado en suelo americano tal vez debería ser considerado bourbon.
La venta de sus canciones
Esta no es la primera vez en los últimos tiempos que Bob Dylan se desprende de sus bienes. En 2020, Universal Music Publishing Group anunció que había firmado un acuerdo histórico para comprar todo el catálogo de composiciones de Dylan, incluyendo clásicos como Blowin’ in the Wind, The Times They Are A-Changin’ y Like a Rolling Stone.
El acuerdo, que abarca toda la carrera de Dylan, desde sus primeras canciones hasta los temas de su por entonces último álbum, Rough and Rowdy Ways, fue cerrado directamente con Dylan, de 79 años, quien ha controlado durante mucho tiempo la mayoría de los derechos de autor de sus canciones.
El precio no fue revelado pero se estimó en más de 300 millones de dólares.