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Gremios proponen un programa anti Milei para evitar la crisis productiva y se activa la alerta empresaria

La crisis económica, que golpeó a las empresas por la caída del consumo y la producción, provocó otro hito inesperado que promete llevarle un dolor de cabeza al Gobierno libertario, pero también al círculo rojo: la creación de un nuevo frente de unidad en gremios no alineados a la CGT, afectados por la reducción del poder adquisitivo de los trabajadores y la pérdida de empleo. Se trata de cuatro sindicatos industriales y del sector público que llamaron a conformar un frente anti Milei con un programa político para “discutir el modelo de país” y reclamar una recomposición salarial.

Así lo plantearon durante un cónclave de trabajadores que se realizó este jueves en el centro porteño y que reunió a casi 300 delegados de todo el país, lo que encendió las alarmas de las empresas, que temen por un recrudecimiento de las medidas de fuerza dentro y fuera de sus plantas. Y el círculo rojo, que unifica a las grandes compañías del país, además puede recibir otro duro golpe: el cuestionamiento de los sectores que apoyaron la llegada de Javier Milei a la Casa Rosada y de aquellos que aún sostienen ese respaldo.

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“Cuando los trabajadores nos unimos, nada puede salir mal. Este Gobierno que no tiene empatía por los más débiles hizo todo lo posible para que nos juntáramos”, dijo el secretario general de la Federación Aceitera y Desmotadora de Algodón, Daniel Yofra, al abrir el encuentro que reunió a sus pares de organizaciones sindicales Abel Furlán (UOM), Rodolfo Aguiar (ATE) y Agustín Lecchi (SiPreBA).

Los objetivos de la unidad sindical

Los cuatro coincidieron en la necesidad de unir sus reclamos detrás de la lucha por el Salario Mínimo Vital y Móvil, que está definido en el artículo 14 bis de la Constitución nacional y en la ley de Contrato de Trabajo. Se trata de un concepto que la Federación Aceitera impulsa en cada negociación paritaria desde hace dos décadas y le permitió llevar su salario inicial a casi 2 millones de pesos.

“Para nosotros, para nuestra organización, la lucha por el salario es el eje fundamental. Cuando se puede garantizar alimentación, salud, esparcimiento, previsión, transporte y vacaciones, le estamos dando a la clase trabajadora una herramienta fundamental para que nuestros hijos puedan ir a la facultad, para que podamos tener un auto, comprar una casa o irnos de vacaciones”, agregó Yofra.

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Por su parte, Furlán consideró que “es un escenario muy parecido al de la dictadura porque el proyecto político no ha cambiado”. “Ya no lo hacen con un ejército, porque hoy con un celular son más contundentes que con una ametralladora”, sostuvo.

“Tenemos que empezar por acá, por esclarecernos, pero también ver cómo nos organizamos para la resistencia. Y como esto va a tener un fin, ese fin no nos tiene que encontrar sin saber qué hacer. Tenemos que tener una propuesta. Tenemos que tener un programa porque cuando tuvimos un programa pudimos decir qué país queríamos”, enfatizó el jefe de los trabajadores metalúrgicos.

En busca de un modelo económico

Al analizar los posibles ejes de ese programa obrero, Furlán señaló: “Este modelo económico no va a cerrar si no siguen tomando deuda externa, ¿vamos de dejar de señalar el daño que va a hacer eso? Me parece que no, porque no solamente están destruyendo el entramado productivo, sino que el endeudamiento va a ser tan atroz que vamos a terminar discutiendo si se llevan los recursos naturales para pagar la deuda. Tenemos que discutir la industrialización de los recursos naturales para tener salarios dignos, pero también para defender la soberanía de nuestro país”.

Por su parte, Aguiar sostuvo que “el mensaje de las urnas de las elecciones del domingo pasado lo construyeron los trabajadores que enfrentaron el protocolo de (Patricia) Bullrich en las calles”, y señaló que “ni Milei ni su Gobierno son invencibles, porque vinieron por el Día del Empleado Público y no pudieron”. “La Justicia nos dio la razón y más adelante impedimos el cierre de la Dirección Nacional de Vialidad, del INTA y del INTI. No son invencibles”, se entusiasmó el referente sindical de los estatales.

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“Si fuimos capaces de frenar la reforma del Estado ahora tenemos que ir por los salarios. El Gobierno está golpeado en su línea de flotación. El Gobierno se debilita y tenemos que seguir golpeando, pero en unidad. Tenemos que seguir trabajando para la conformación del Frente Sindical”, agregó Aguiar.

Un reclamo federal

De la mesa participó también el secretario general de ATE Córdoba, Federico Giuliani, quien sostuvo que “en Córdoba hay un estado de excepción”. “El gobernador (Martín) Llaryora y el exgobernador (Juan) Schiaretti tienen una mirada romántica de los derechos humanos, pero hoy en Córdoba los derechos humanos no se respetan. Hoy en Córdoba no se están garantizando los derechos personales. No ha sido casual lo que nos sucedió”, sentenció.

“Hace dos meses venimos siendo hostigados y perseguidos por la Justicia cordobesa, que es el brazo judicial del cordobesismo. Detrás de eso están también las corporaciones con (Luis) Pagani, (Roberto) Urquía y (Alejandro) Bulgheroni, que tienen como único faro a la Fundación Mediterránea, parida por la dictadura. Todos ellos buscan el disciplinamiento de la clase trabajadora”, dijo Giulani, quien fue detenido junto a otros 14 trabajadores y sindicalistas durante una protesta el 28 de agosto pasado.

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En tanto, Lecchi destacó el triunfo del peronismo en las elecciones de la provincia de Buenos Aires porque “fue un triunfo de toda la clase trabajadora”, pero señaló: “Comparto lo que decía Daniel (Yofra): no nos tenemos que dormir en los laureles. La clase trabajadora tienen que salir a luchar. Una de las agendas principales para la clase trabajadora es la lucha por los ingresos, porque este Gobierno lo primero que hizo fue una devaluación que provocó una destrucción de los salarios”.

“Uno de los primeros puntos es la necesidad de la recuperación de los ingresos porque sin salario digno es imposible que podamos discutir un programa obrero para tener una patria soberana con inclusión. Junto a la huelga como herramienta de lucha, tenemos que tener un programa obrero para presentar a los gobiernos populares, porque no podemos tener un gobierno popular que no pueda discutir la deuda externa o ponerle un límite al Fondo Monetario”, agregó Lecchi.

Judicialización de los reclamos sindicales

En la apertura de la mesa, la coordinadora Sol Calle, secretaria general adjunta de la CSIRA y Presidenta de IndustriALL América Latina, agradeció “la acción de solidaridad de Yofra y de las y los compañeros de la Federación Aceitera con otras organizaciones hermanas”.

“Este panel se da en un contexto muy complejo, donde el sindicalismo y los trabajadores están bajo una ofensiva brutal del poder real de nuestra patria. Las políticas de ajuste y de desindustrialización vienen acompañadas de una vocación expresa de los sectores de poder para debilitar las organizaciones sindicales y sus trabajadores, que somos el último bastión con el que se encuentra el capital concentrado”, dijo Calle.

Antes de la mesa sindical, se desarrolló un panel sobre Criminalización del derecho a la protesta y restricción del derecho a huelga, del que participaron la abogada laboralista María Paula Lozano, el abogado laboralista Eugenio Biafore y el abogado penalista Juan Carlos Capurro.

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Al presentar la mesa, Matías Cremonte, presidente de la Asociación Latinoamericana de Abogados Laboralistas (ALAL), señaló que “la resistencia de los trabajadores a las políticas de este tipo de Gobierno genera una respuesta represiva de parte del Estado”. Por su parte, Biafore consideró que “ante la represión, la protesta tiene que ser organizada e inteligente para no entregar el cuerpo ni la libertad de ningún compañero”.

A su turno, Capurro afirmó: “La lucha sindical, en la calle o detenidos, es la misma. Tenemos que tomar esto como parte de la lucha, porque los patrones son los patrones” y agregó: “En la lucha ya tiramos abajo el protocolo de Bullrich. Lo habíamos rechazado en los papeles, pero lo tiramos abajo en la calle”.

Además, Lozano puntualizó que “el objetivo de las reformas que hizo este Gobierno es atemorizar y limitar la protesta. Para eso intentaron ampliar lo que se consideran actividades esenciales para afectar las huelgas”. Y destacó: “El derecho a huelga y la protección contra el despido arbitrario son las llaves para acceder a los otros derechos”.

ML

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