El bajo nivel de compras de divisas en junio y el acotado inicio de julio generan inquietud de cara al segundo semestre del año. Ansiedad por la salida del cepo y dudas sobre la recuperación de la economía.
05 de julio 2024, 05:43hs
El Gobierno enfrenta un mes por demás exigente en términos de vencimientos de deuda. Este escenario genera una presión adicional sobre las reservas del Banco Central de la República Argentina (BCRA) que de acuerdo a estimaciones privadas, deberá cubrir compromisos por unos US$3600 millones del Tesoro y del BOPREAL serie 2 para el BCRA.
El bajo nivel de compras de divisas en junio, que terminó con un saldo negativo, y el acotado inicio de julio generan inquietud de cara al segundo semestre del año: “Los pagos de deuda previstos para este mes provocarán una disminución significativa en las reservas netas, profundizando aún más el déficit”, explicaron desde la consultora Outlier.
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En sintonía, analistas de LCG destacaron que la temporada alta de liquidaciones de divisas -impulsadas por la cosecha gruesa- no logró aumentar en gran medida las reservas del BCRA y “el comienzo de julio no muestra signos de mejora”.
En concreto, enumeraron que factores como una “mayor apertura para los pagos de importaciones, la demanda de energía por las bajas temperaturas, un tipo de cambio exportador atrasado, tasas bajas que fomentan la toma de créditos y precios internacionales más bajos explican la menor entrada de reservas”. Asimismo, calcularon una pérdida de US$3000 millones en el tercer trimestre.
“Dado que el equipo económico manifestó explícitamente su decisión de no salir del cepo antes de contar con niveles de liquidez en moneda extranjera suficientes para minimizar los riesgos cambiarios, esto está siendo leído por el mercado como un factor que puede demorar aún más esta medida. Ya hay análisis, no pocos, que ponen en duda que se pueda salir en 2024, considerando el impacto electoral de 2025″, reforzaron en Outlier.
“El ruido generado por el mercado cambiario desde fines de mayo y junio se intensificará con el impacto de una economía real que, siendo optimistas, muestra una recuperación lenta tras una caída muy fuerte en el segundo semestre de 2023 y el primer trimestre de 2024. Esto tendrá implicancias significativas en los ingresos extraordinarios como el blanqueo, el régimen de pago anticipado de bienes personales y la moratoria, que forman parte del paquete fiscal recientemente sancionado por el Congreso”, siguieron.
Esta situación “obligará a una administración diferente del tipo de cambio implicando una dinámica desinflacionaria, aunconvergente hacia la baja, más errática de lo que habitualmente se piensa. De lo contrario, se podría volver a un control más estricto sobre las importaciones, lo que tendría consecuencias sobre los precios y la actividad económica”, destacaron los especialistas de LCG.