El Gobierno designará a Daniel González como viceministro de Energía y Minería, un área nueva que reportará a Economía. Así, el presidente Javier Milei pondrá a un hombre por debajo del ministro Luis Caputo y del secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo.
Daniel González se desempeñaba hasta el momento como director Ejecutivo del Instituto para el Desarrollo Empresarial de la Argentina (IDEA). Fue el gerente general -CEO- y financiero -CFO- de la petrolera YPF durante la presidencia de Mauricio Macri y después retornó al sector privado,
La creación del área responde a una reestructuración del Gabinete que encaró La Libertad Avanza para la «segunda etapa» de su Gobierno. Caputo tendrá mayor control sobre áreas centrales para la economía, como energía (donde todavía se debe resolver la quita de subsidios y la desregulación de los mercados) y minería.
El secretario de Energía, Eduardo Rodríguez Chirillo, seguirá en su cargo, hasta ahora dependiente del Ministerio de Economía.
Energía empezó formando parte en diciembre de 2023 del extinto mega Ministerio de Infraestructura, en el que el fugaz paso de Guillermo Ferraro (apenas un mes y medio hasta que le vaciaron la cartera) aglutinaba también otras áreas como Transporte y Vivienda, hoy bajo la órbita del ministro de Economía, Luis Caputo.
En sus casi siete meses de gestión, Rodríguez Chirillo se abocó a las negociaciones de la ley ómnibus (Ley Bases), craneada en gran parte por él. En el sector energético, llevó adelante el inicio de la quita de subsidios para los hogares, pero no pudo completar la Canasta Básica Energética, un complicado sistema que vendría a reemplazar a la segmentación de las tarifas para hacer más eficiente y focalizada la entrega de recursos del Estado nacional a los usuarios de luz y gas.
Además, Rodríguez Chirillo ordenó la estructura de tarifas de las empresas de transporte y distribución de energía eléctrica y gas natural, como Transener, Edenor, Edesur, TGS, TGN, Metrogas, Naturgy y Camuzzi, entre otras. Entre febrero y abril les autorizó fuertes aumentos a las compañías para regularizar sus cuentas. Y determinó una cláusula de indexación mensual que funcionaría a partir de mayo, pero la necesidad primordial del Gobierno de bajar la inflación provocó que Caputo diera de baja sucesivamente esa fórmula, vinculada a la evolución pasada de los precios y los salarios.
Rodríguez Chirillo también exploró un camino para la desregulación del mercado eléctrico, en el que el objetivo final fuera que las generadoras y distribuidoras pudieran hacer contratos libres, sin la intervención del Estado. Aunque amagó hacerlo en marzo, la idea fue abortada porque primero habría que cortar los subsidios, algo que aún está lejos de pasar.