La pequeña ciudad de Loncopué, en Neuquén, se encuentra sumida en el dolor tras la trágica muerte de un niño de dos años, que falleció el pasado viernes a causa de asfixia, luego de que un caramelo se le atascara accidentalmente en las vías respiratorias.
El niño fue identificado como Thiago Ismael Jara y este devastador suceso ha provocado una profunda tristeza en su familia y en toda la comunidad, según informó la Municipalidad de Loncopué.
El triste episodio ocurrió antes de las 21 horas, cuando Thiago fue hospitalizado de urgencia. A pesar de los esfuerzos, la situación era crítica debido a la obstrucción.
Según el medio local LMNeuquén, Thiago fue inicialmente asistido en el Hospital de Loncopué. Dada la gravedad de su estado, se decidió trasladarlo al Hospital de Zapala; pero en el trayecto, su salud empeoró, lo que obligó a ingresarlo de emergencia en el Hospital de Las Lajas.
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Finalmente, el pequeño fue derivado a Zapala, donde, lamentablemente, se constató su muerte por asfixia con cuerpo extraño. Enfermeros, médicos y un pediatra-neonatólogo de los tres hospitales participaron en el intento desesperado por salvar su vida.
La complejidad y urgencia del cuadro clínico requirieron la intervención de efectivos de la Comisaría 26 de Loncopué. Los agentes activaron el protocolo de rigor para asegurar el tránsito y optimizar la evacuación del menor desde la localidad hacia Zapala, en un esfuerzo por ganar tiempo crucial que, lamentablemente, no fue suficiente.
Tras conocerse el fatal desenlace, el intendente Daniel Soto publicó un sentido mensaje en redes sociales. “Con tristeza y pesar elevamos una oración por el eterno descanso de nuestro vecinito. Que la luz de ‘Thiaguito’ brille eternamente en el corazón de quienes lo conocieron. Con resignación y mucho cariño, esperamos que puedan sobrellevar este momento tan doloroso”, escribió el jefe comunal.
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