Roland Garros tiene este sábado desde las 10 (ESPN y Star+) una final femenina que pocos se imaginaban cuando, hace algo menos de dos semanas, se empezaban a disputar los cuadros principales. No por la presencia en ese duelo de Iga Swiatek, número uno del mundo y gran dominadora del circuito WTA, quien en la previa aparecía como la enorme favorita y cumplió con todos los pronósticos. Si no porque en el partido que definirá la campeona este sábado, la polaca chocará con la italiana Jasmine Paolini, 12ª preclasificada, quien se convirtió en la gran sorpresa del Grand Slam francés y, a los 28 años, jugará su primera final en un Major.
Swiatek, que va por su quinto trofeo en la categoría más importante del tenis, derrotó en semis por 6-2 y 6-4 a la estadounidense Coco Gauff, tercera cabeza de serie, y estiró dos rachas impresionantes. Alcanzó los 20° triunfos consecutivos sobre el polvo de ladrillo de Bois de Boulogne, donde no pierde desde los cuartos de 2021, y sumó su 18ª victoria al hilo en esta temporada, en la que solo cayó en un partido en canchas lentas, en las semis de Stuttgart ante Elena Rybakina.
Paolini, que hasta este año nunca había superado la segunda ronda del “grande” francés, le ganó por un contundente 6-3 y 6-1 a la rusa Mirra Andreeva, de 17 años y vencedora en cuartos de Aryna Sabalenka, número dos del mundo. La italiana venía de superar en su partido previo a Rybakina, cuarta favorita, y aprovechó ese envión para barrer a una joven y talentosa rival con muchísimo futuro.
Es una final desigual en los papeles, en la que toda la presión recaerá en Swiatek. La polaca, que lidera 2-0 el historial entre ambas, apenas cedió un set en su camino a la final, en ese partidazo de segunda ronda que le ganó a Naomi Osaka. Y hasta se anotó un doble 6-0 en su cuarta presentación ante la rusa Anastasia Potapova, 41ª del ranking.
Ahora quedó ante la chance de conquistar su cuarto título en Roland Garros, que ganó en 2020, 2022 y 2023; y el tercero consecutivo, algo que consiguió por última vez Justine Henin en 2005, 2006 y 2007. Tan grande es la hegemonía que construyó en las últimas temporadas en París que algunos ya se animaron a compararla con Rafael Nadal, 14 veces ganador del certamen. Aunque ella no ve razones para que la pongan a la par del mallorquín.
“Rafa está por encima de todos, es una leyenda absoluta. Nunca esperaría que nadie me comparara con él. Estoy orgullosa porque estoy jugando de manera consistente y ya es lindo que me mencionen en la misma frase que él. Pero veremos en 14 años si mi historia acá es similar”, analizó quien, a los 23 años, es la segunda jugadora más joven en alcanzar cuatro finales en el torneo detrás de Steffi Graf (20).
“No siento que sea costumbre llegar a la final acá, no es lo normal. Siempre me doy cuenta de lo que conseguí cuando termina un torneo. Pero hasta ese momento, estoy muy concentrada en el trabajo y en mi tenis y solo pienso en jugar el partido siguiente”, explicó la número uno y campeona en el US Open 2022.
Paolin irá por la hazaña. La italiana había alcanzado por primera vez la cuarta ronda de un “grande” en enero, en Australia. Y en París superó las expectativas propias y ajenas, aún tuvo que trabajar más que Swiatek para llegar a este momento porque tres de sus seis partidos se fueron al tercer set.
Swiatek busca su tercer título al hilo en París. Foto AP/Aurelien MorissardAl superar a Andreeva se convirtió en la primera jugadora de su país en meterse en la final de Roland Garros desde Sara Errani -con quien jugará la final del dobles el domingo contra Gauff y Katerina Siniakova- en 2012 y la primera en esa instancia de un Grand Slam desde Roberta Vinci en Nueva York en 2015.
Si vence a Swiatek, cortará una sequía de 14 años sin campeonas italianas en París (la última fue Francesca Schiavone en 2010) y, con 1,63 metro de de altura, se convertirá en la ganadora más baja de un Grand Slam desde 1977. Ese año la eslovena Mima Jausovec, de 1,60, ganó en París y se transformó en la campeona de un Major de menor estatura de la historia.
“Estoy realmente feliz. Nunca soñé tan grande. Nunca soñé con ser número 1, ni siquiera con ser top 10 (ya se aseguró al menos el 7° lugar y podría quedar 5ª), ni con jugar una final de Grand Slam. Pero acá estoy”, comentó quien tampoco nunca había ganado seis partidos seguidos en polvo de ladrillo. Y anticipó: “Iga es una jugadora increíble, le tengo mucho respeto. Mi objetivo para la final es disfrutar del momento y tener una buena actuación en la cancha”.
Paolini quiere cortar una sequía de 14 años sin campeonas italianas en Roland Garros. Foto EFE/EPA/MOHAMMED BADRACon carreras y vidas bien diferentes, Swiatek y Paolini tienen algo en común: sus raíces. Porque la mamá de la italiana es descendiente de ghaneses, daneses y polacos. Y Jasmine habla fluido el idioma de la número 1, con quien tiene una buena relación.
«La polaco no es una lengua fácil y soy un poco tímida, así que no me siento cómoda habándola. Pero cuando me cruzo con Iga la felicito por los títulos que ganó y ella hace lo mismo, me felicitó después de Dubai (NdR: Ganó este año su segundo trofeo). Y nos deseamos buena suerte después de los partidos cuando nos encontramos en el vestuario», contó Paolini.
Swiatek reconoció: «La verdad, no vi sus partidos, pero está teniendo su mejor temporada así que tendré que prepararme muy bien. Me centraré en mí misma y me prepararé en el lado táctico para intentar ser consistente».