Él, futbolista; ella, periodista deportiva. Él se “tiró al lance” y le mandó un mensaje diciéndole que quería conocerla. Ella tuvo sus reparos porque sus experiencias previas le decían que volverse a involucrar con un deportista podía ser una decisión errónea. Pero confió en su intuición, se despojó de los prejuicios y le aceptó la primera cita. Solo un encuentro fue suficiente para que supiera que era “diferente” al resto. Así comenzó, en 2011, la relación entre Cecilia ‘Chechu’ Bonelli y Darío Cvitanich. Vivieron en distintas partes del mundo, se unieron en matrimonio en la ciudad natal de ella y formaron una familia de cinco. Pero, sorpresivamente, se terminó el amor y después de 14 años juntos, decidieron tomar caminos separados.
En septiembre de 2011, mientras jugaba en Boca Juniors, Darío Cvitanich se comunicó con Chechu Bonelli. Le propuso conocerse y ella, después de mucho dudarlo, le dijo que sí y no se separaron más. Un par de meses después de comenzar su relación tuvieron su momento “mundialista”. Ese año el futbolista se consagró campeón del torneo Apertura 2011 con Boca Juniors dos fechas antes. El 4 de diciembre ante Banfield de local, Cvitanich marcó dos de los tres goles y se los dedicó a su novia. Tras el partido, ella lo entrevistó para Fox Sports y tuvieron una charla que mezcló la alegría por la victoria, con el nerviosismo de estar juntos en televisión.
“Hicimos todo para ganar, estamos felices, no se puede pedir más nada”, dijo él y tras unos segundos de charla, ella comentó: “Felicitaciones y gracias por la dedicatoria de los dos goles”. Acto seguido, él la besó delante de la cámara. “Ahí estaba, mi novio”, dijo la periodista y desde el estudio Sebastián ‘Pollo’ Vignolo, comparó la escena con la que protagonizaron en 2006 el arquero español Iker Casillas y la periodista Sara Carbonero, luego de que España se consagrara campeón del mundo en el Mundial de Sudáfrica de 2010. Tras ganar la Copa del Mundo, ella lo entrevistó en vivo y él terminó la charla con un beso que dio la vuelta al mundo.
Sin embargo, a ocho meses de comenzar el noviazgo, se vieron en una encrucijada. Mientras ella, con 26 años, disfrutaba de un gran presente laboral y tenía varios proyectos a futuro, a él lo llamaron para regresar a su club original, el Ajax, en Ámsterdam. Pusieron las cartas sobre la mesa. ¿Separación? ¿Relación a distancia? ¿Mudanza? El amor fue más fuerte y eligieron la tercera opción: ella armó las valijas y se mudó con él a Europa.
“Yo me fui convencidísima de que quería acompañar a Darío, estar a su lado y apostar a una familia juntos, pero no fue sencillo”, le dijo Bonelli a LA NACION en 2017. Pero, aunque estaba enamorada y sabía que él era su futuro marido, su nueva vida en Europa fue un “contraste enorme”. “Pasé al anonimato total en un país que no conocía ni hablaba el idioma, a estar embarazada lejos de todo, fue duro. Pensé en volver, pero aguanté y logré adaptarme. Ya el segundo año fue totalmente distinto, había hecho amigos, nació mi hija, yo ya hablaba francés. Y el amor pudo más”, reconoció. Al mes de instalarse en los Países Bajos, el futbolista pasó a jugar para el Olympique de Niza y se trasladaron a Francia, donde el 3 de abril de 2013 le dieron la bienvenida a su primera hija, Lupe.
No hubo una propuesta formal de matrimonio, sino un deseo en conjunto de proyectar la vida juntos y formar una familia. Ella se lo sugirió y él aceptó. “Sabíamos que algún día nos íbamos a casar. Yo esperaba la propuesta, pero mi ansiedad pudo más. Él quería pedírmelo y yo me anticipé”, le admitió la modelo a la revista ¡Hola! Argentina en 2014. “Siento que la pareja tiene que ir dando saltitos y demostraciones de afecto todo el tiempo porque motivan y enriquecen la relación. Y el matrimonio es un plus de amor porque estás apostando para toda la vida”, reflexionó.
La pareja dio el sí el 27 de diciembre de 2014, en la ciudad natal de ella, San Nicolás, provincia de Buenos Aires. “Hoy es el gran día. Prometo amarte hasta el final”, expresó la modelo en sus redes sociales antes de que llegara el momento de dar el sí. Primero se casaron en la Catedral de San Nicolás. Ella ingresó aferrada al brazo de su padre con un look de novia diseñado por Natalia Antolín. “Me puse tantas veces vestidos de novia para revistas o desfiles que, una vez, quiero que sea para mi casamiento”, dijo en la previa.
Lució un diseño de manga larga con transparencias y apliques en la parte superior con una espalda abierta escote en V y un cinturón para definir la silueta. La modelo aseguró que fue el vestido con el que siempre soñó: “¡Fue sacado de un cuento de hadas y amoldado a mi cuerpo!“. Llevó el cabello recogido con una flor al costado, con un velo blanco y un maquillaje sutil y natural.
Después de la ceremonia religiosa tuvo lugar la fiesta en el Hotel Colonial de San Nicolás. Además de su hija Lupe y sus familiares y amigos íntimos, dijeron presente varias figuras del espectáculo y el periodismo como Agustina Casanova y Lautaro Mauro, Germán Paoloski y Sabrina Garciarena y Gustavo López, y también del deporte como Luciana Aymar, Rolando Schiavi, Juan Manuel Insaurralde y Pablo Mouche. Parte de la fiesta tuvo lugar al aire libre y el resto en un salón, donde tocó la banda de música Agapornis. Los novios hasta subieron al escenario y cantaron junto a Melina Lezcano.
Para la segunda parte de la noche, el novio se quitó el saco y el moño, se soltó los tiradores y se quedó con la camisa blanca para estar más cómodo. La novia, en tanto, tuvo un segundo cambio de vestuario: un vestido largo más bohemio de encaje blanco, manga larga amplia, tajos en la falda y un cinturón negro con tachas. Se soltó el cabello y lució una corona de flores que le permitió tener una mayor movilidad para bailar toda la noche.
En 2015, la familia de tres se mudó a México cuando el futbolista firmó como refuerzo de Pachuca. El 20 de diciembre de ese año le dieron la bienvenida a su segunda hija, Carmela. Su siguiente mudanza fue en 2016 al estado norteamericano de Florida cuando Cvitanich fichó para el Miami FC.
Finalmente, tras casi cinco años en el extranjero, en 2017 regresaron a Buenos Aires como una familia de cuatro. Mientras el deportista retomó su carrera primero en Banfield y después en Racing, la periodista regresó a la televisión como participante del Bailando por un sueño y conductora de ESPN. Tras su vuelta a la Argentina, Bonelli le dijo a este medio: “Cuando se dio la convivencia y enseguida la vida nos puso a prueba, jugamos a todo o nada. No fue fácil, pero hoy tengo la vida que siempre soñé. Mi propio cuento de hadas”.
Vivieron en la Argentina hasta 2022, cuando el futbolista colgó los botines en Banfield. “‘Cada historia tiene un final, pero en la vida, cada final es un nuevo comienzo’… Historia es lo que vas a dejar en este maravilloso deporte. Son muchos los que dejan sus huellas, pero las tuyas serán imborrables. Por tu compañerismo, por tu compromiso, por tu profesionalismo, por tu solidaridad… el fútbol nunca te va a olvidar. Siempre dijiste que preferías que la gente y tus compañeros te recuerden por todo esto y no tanto por tus goles y tus gambetas, ¡y seguro así será! Te prometo que lo que viene va a ser maravilloso amor. Una vez más nos vamos a agarrar fuerte de la mano y vamos a seguir disfrutando de esta maravillosa vida. Como ese primer día en el que te conocí, que me agarraste fuerte y no me soltaste más. Llegarán tiempos para disfrutar de los fines de semana en familia, de poder ir a ver jugar al hockey a las nenas, de poder comer un asado sin mirar el reloj, de tener vacaciones que no sean en junio o diciembre. Te aviso que tenemos una lista eterna de cosas pendientes y necesitan empezar a tacharse. ¿Estás preparado? ¡Acá estamos y siempre vamos a estar! Te amamos», expresó la modelo en un posteo que le dedicó a su marido.
Ese año volvieron a vivir a Miami y allí, el 14 de diciembre de 2022, le dieron la bienvenida a la quinta integrante de la familia, Amelia. Luego decidieron trasladarse de vuelta en la Argentina y afrontar nuevos proyectos profesionales. Actualmente, ambos trabajan en ESPN, ella como conductora y él como comentarista y representante de futbolistas.
El 27 de diciembre de 2024, día que celebraron su décimo aniversario de bodas, la modelo compartió un video con imágenes del casamiento y le dedicó unas sentidas palabras a su marido: “Hoy se cumplen 10 años del ‘si quiero más lindo de mi vida’. 10 años recorriendo esta vida a tu lado. En medio de turbulencias fue cuando más fuerte me apretaste. Por muchos, muchos más años juntos, amor de mi vida. No me sueltes nunca, esta aventura continúa juntos. Te amo”. Esta sería, hasta la fecha, la última publicación en su feed dedicada al exdeportista.
Para sorpresa de muchos, a fines de mayo de 2025 comenzaron a surgir fuertes rumores de crisis entre la pareja. Pepe Ochoa dijo en LAM (América TV) que “hubo un desgaste”. “Ella sigue muy enamorada, pero él no tanto”, advirtió y señaló que el exfutbolista habría abandonado la casa que compartían con sus hijas. “Alguien que es amiga de ella me dice: ‘ella es un amor, pero es insoportable. Le infló los huevos’”, acotó Yanina Latorre.
En un primer momento, ni Bonelli ni Cvitanich se pronunciaron respecto al estado de su matrimonio. Finalmente, a fines de julio el exfutbolista le confirmó a Mitre Live que efectivamente estaban separados. “Hoy mantenemos un vínculo muy bueno, sobre todo por nuestras hijas. Dentro de lo que implica una separación, todo fue bastante sano. No hubo escándalos ni nada por el estilo, no tengo mucho para decir y hay temas que quedan entre nosotros”, afirmó y paralelamente aclaró que no hubo ni infidelidades ni terceros en discordia.
“Cada uno está enfocado en su camino, tratando de reinventarse, y tenemos un buen vínculo por nuestras hijas. Ella es una gran madre y una excelente persona, eso no va a cambiar nunca”, enfatizó. Esta semana, en tanto, Cvitanich le dijo a Intrusos (América TV) que está “pasando la transición que haya que pasar” pero que “de verdad no pasó nada”. Si bien no está del todo claro si la separación es temporal o definitiva, de lo que sí hay certezas es que actualmente Bonelli y Cvitanich están separados, pero se mantienen en contacto permanente en pos de cuidar y proteger a sus tres hijas.