Puestos en fila, uno detrás del otro, los patrulleros podrían ocupar todo el trayecto de la Autopista La Plata – Buenos Aires desde el peaje de Hudson hasta las cabinas de Dock Sud. O, llevados al centro porteño, ocuparían el recorrido desde el Obelisco a la cancha de River ida y vuelta.
Pero esos autos y camionetas ploteados con los logos de la Policía Bonaerense no pueden ni asomar a las calles. Permanecen apilados en estibas que alcanzan los 25 metros de altura en un “cementerio automotor” ubicado en Tolosa, a 15 minutos del centro de la capital bonaerense, a un costado de las vías del Ferrocarril Roca.
Allí quedan, mientras recorren un prolongado periplo administrativo y burocrático que lo deposita por meses o años en ese predio de diez hectáreas, situado en 2 y 528, en la zona norte de La Plata. Una y hasta dos veces por semana, llegan a ese complejo camiones tipo “mosquito” con los restos vehiculares que terminarán en ese depósito.
Es una gigantesca chatarrería, con movimiento incesante de operarios, agentes y empleados administrativos. Está a un costado de la estación Tolosa. Antes del acceso hay una plaza seca, que sirve de estacionamiento para usuarios del ferrocarril y también para las patrullas. Es que en el mismo sitio, la Dirección de Automotores realiza los papeleríos para dar “ingreso” a los autos 0 kilómetro que compra el Gobierno para la fuerza. “Antes de ir a una seccional o departamental, pasan por acá para patentamiento y registro”, explicó a Clarín el agente que atiende la garita de ingreso al complejo.
Hoy son más de 4.000 pick-ups, coches tipo sedán y utilitarios descartados por la policía porque chocaron, se fundieron o cumplieron su servicio de patrullaje. La Bonaerense es una máquina de destrozar automóviles. La vida útil promedio de un vehículo usado como transporte de policías es de 36 meses. Tres años.
En el Conurbano el indicador baja y se deben reponer los coches casi todos los años. El conglomerado urbano que constituye el Gran Buenos Aires está dividido en 1.050 “cuadrículas”, o áreas de 10 cuadras por 15, que deben ser patrulladas las 24 horas, según el diseño de prevención que mantiene desde hace años el Ministerio de Seguridad provincial.
“Eso hace que cada auto complete entre 10 mil y 14 mil kilómetros por mes. Es lo que hace cualquier propietario en todo un año. Por eso el nivel de recambio es altísimo”, explicó a Clarín un funcionario del área de Automotores del Ministerio.
Aunque el organismo que conduce la Policía tiene 38 talleres propios en toda la Provincia, el porcentaje de recupero por esa vía es mínimo. “Los galpones para refacción tienen personal pero no consiguen repuestos. Pedir una reparación puede demandar meses. Una vez que el automóvil quedó “radiado” (abandonado por desperfecto mecánico) es difícil que lo arreglen. Pasan los meses y termina en Tolosa”, contó a Clarín un comisario del conurbano.
Para graficar, relató que en 2024 estuvo tres meses esperando que le envíen tres baterías para los patrulleros que quedaron parados. Está a cargo de una seccional de Florencio Varela.
La rotación permanente convierte a la provincia en uno de los actores principales del mercado automotriz. Obliga a compras periódicas, licitación mediante, al Ministerio a cargo de Javier Alonso. De acuerdo con los datos oficiales suministrados a Clarín, en los primeros 4 años de gestión de Axel Kicillof (2019-2023) se dieron de baja y se compactaron 3.569 patrulleros.
Y en esos cuatro años se adquirieron: 726 vehículos en 2020; 2.972 al año siguiente; 553 en 2022 y 729 en 2023. Eso ocurrió mientras fue ministro Sergio Berni. Entraron al inventario de la Bonaerense 5.030 rodados.
Compras de autos a más del doble del valor de mercado
El año pasado, Alonso autorizó la adquisición de 1.369 patrulleros y en lo que va de 2025 ya se incorporaron otros 250. Otros 1.646, en un año y medio de gestión para reforzar el sistema de movilidad policial.
Uno de los trámites de adquisición quedó revestido de polémica. El diputado provincial Luciano Bugallo (CC) denunció a Axel Kicillof y al ministro Alonso por un presunto fraude contra el Estado por una compra de vehículos.
La sospecha apuntó al lote de 12 Fiat Cronos 1.3 GSE por un valor unitario de $ 56.416.566,26, que adquirió el Ministerio a través de una compra directa en enero de este año. Bugallo sostiene que se pagó más del doble del valor de mercado. La presentación entró en marzo a la fiscalía de Juan Condomí Alcorta, en los Tribunales de La Plata. Por ahora, la investigación casi no tuvo avances.
Las reposiciones nunca alcanzan. Buenos Aires tiene 135 municipios, 3.000 kilómetros de caminos rurales y 307.000 kilómetros cuadrados de extensión. Inabarcable. Por eso siempre hay reclamos por falta de equipos y personal. El diputado provincial Valentín Miranda (UCR + Cambio Federal) presentó un proyecto para reclamar al gobierno “la insuficiencia de efectivos policiales y patrulleros” en la zona de Trenque Lauquen. Pide “tomar medidas urgentes para asignar más recursos de seguridad en los distritos del interior”.
Patrulleros sin VTV ni grabado de autopartes
Por razones operativas y de economía administrativa, los patrulleros se registran en el erario provincial sin el grabado de las autopartes. El requisito para todo coche radicado en la Provincia es una medida de seguridad y de prevención dispuesta hace más de una década que registra el capot, todas las puertas y el baúl, que son las más demandadas en el mercado ilegal porque son las más se deterioran en accidentes viales. En el caso de autos de dos puertas, se graban también los parantes, aunque es poco usual que la Bonaerense compre esos modelos.
En la Provincia de Buenos Aires, el costo del trámite para realizar el grabado es de $ 50.820, actualizado en abril de 2025. Es exigido para la compra, venta o transferencia en jurisdicción provincial. “En todos los casos el grabado es un requisito indispensable para circular y será exigido por la autoridad de control a todo vehículo radicado en la Provincia de Buenos Aires”, dice el artículo 12 de la Ley 14.497.
“Tampoco hacen la Verificiación Técnica Vehicular (VTV). Si paras cualquier patrullero y mirás el parabrisas no tienen las obleas”, explicó un ex funcionario de Seguridad. “Es que el 90% no superaría el paso por la fosa”, explicó. Es cierto que en la Provincia la revisión mecánica es obligatoria a partir del segundo año de patentamiento. Y –como se dijo- los patrulleros apenas sobreviven –en promedio- tres años. Es decir: circulan en infracción apenas 12 meses. Luego ya van a desguace.
Es que todos los años entre 800 y 1.200 coches utilizados por la fuerza de seguridad más grande del país -con casi 115 mil agentes uniformados- abandonan las calles bonaerenses para apilarse en Tolosa. “Sólo un mínimo de las autopartes se recicla. A la mayoría le faltan las ópticas y llegan sin paragolpes. Es lo primero que se rompe en las calles”, dicen los operarios que conocen el funcionamiento de este lugar.
Las enormes montañas de hierro con forma de autos casi nunca se achican. De los 4.000 que ocupan su lugar en este cementerio mecánico, 1.820 están en procesos de baja, a la espera del destino final: la compactación. El Ministerio tiene abiertos 54 expedientes que están recorriendo despachos para cerrar las tramitaciones.
Por lo tanto, hay algo así como de 2.200 vehículos que no pueden ser compactados porque no son propiedad del Ministerio. Fueron adquiridos a través de decisiones judiciales (después de algún operativo o secuestro a delincuentes) o están impedidos de hacer traslado de dominio porque forman parte de alguna investigación judicial (han participado de un choque, por ejemplo). O también puede faltar la inspección logística que analice la conveniencia de su baja definitiva.
Las demoras burocráticas impiden reducir el amontonamiento de autos. No obstante, según dijeron en Seguridad, entre 2020 y 2023 se concretaron 3.569 bajas. Toda patrulla que deja de andar termina en la compactadora.
Y el Ministerio contrata para esa tarea a “Prensadora Quilmes”, ubicada en ese distrito del sur del GBA. ¿Podría utilizarse algún repuesto para arreglar otro vehículo?. “Los patrulleros salen blindados “180 o 360”. Es decir, con todas las piezas, o la mitad de las piezas que se pueden reforzar. Esto hace imposible el intercambio de repuestos”, dijo un ex funcionario de Seguridad.
Hasta el final del primer trimestre de 2025, la Provincia invirtió poco más de US$ 10 millones; $ 12.000 millones en adquisición de nuevos patrulleros.
Resulta difícil cuantificar o poner un valor a la interminable pila de chatarra vehicular depositada en Tolosa. Clarín consultó a empresas de seguro dedicadas al rubro automotor que coincidieron en este dato: los coches que son declarados con “destrucción total” luego de un siniestro son comercializados luego a compañías especializadas en recuperación.
Se llaman “resteras”, porque se quedan con los restos. Los montos más bajos que ofrecen por esos “retazos vehiculares” son de $ 3,5 a $ 4,5 millones. En el peor de los casos, en Tolosa habría amontonados $ 14.000 millones. Pero es un número virtual. Imposible de convertir en billetes.
La Plata. Corresponsalía
MG