Con fecha para el décimo día del próximo mes, la central convoca a su tercer paro durante la gestión de Milei.
Declaraciones del elenco
Este jueves, el Consejo Directivo de la CGT confirmó la fecha de su tercer paro general desde la asunción de Milei. Desde Azopardo, Héctor Daer, triunviro de la Confederación, declaró: “Venimos a transmitirle al pueblo argentino, especialmente a trabajadores y trabajadoras, que confirmamos que vamos a tomar una acción sindical de 36 horas. Comenzará con movilizaciones el 9 de abril a las 12 horas y un paro el 10 de abril por 24 horas“.
“Exigir la libertad para negociar paritarias libres y homologadas, un aumento de emergencia para los jubilados y plantear un apoyo, además de ese aumento, a la discusión que se dará en el Congreso sobre la actualización del bono para jubilados“, son las razones que manifestó el sindicalista del rubro de la sanidad.
En las siguientes horas, distintos gremios salieron a manifestar su adhesión. Desde la UTA, su secretario Gremial, Gabriel Gusso, sostuvo que serán parte de la convocatoria porque “el Gobierno busca que los salarios de los trabajadores vayan por debajo de la inflación, lo mismo que está haciendo con los jubilados, a quienes además les sacó los remedios”.
El gremialista agregó que “hoy por hoy, la canasta básica de una familia tipo está en no menos de 2 millones de pesos, con una inflación interanual del 15%“.
Desde la Casa Rosada buscarán todos los medios de negociación con el ala dialoguista para desactivar o restarle peso a la medida. La primera respuesta del Gobierno la dio Adorni, quien sostuvo a través de sus redes sociales que “el pasado que nadie quiere anunció un paro que tampoco nadie quiere”.
El pasado que nadie quiere anunció un paro que tampoco nadie quiere.
Fin.
— Manuel Adorni (@madorni) March 20, 2025
Las declaraciones del vocero tienen algo de razón cuando define a la central como “el pasado que nadie quiere”, pero justamente por la demora en convocar a una medida de lucha. La propia presión y crítica que hubo en un arranque de año con una agenda marcada por la movilización en las calles es lo que obliga a la CGT a reaccionar.
Cuando Daer declara: “Repudiamos la represión policial de hace ocho días”, también surge la pregunta: ¿Dónde estaba la Confederación en aquellas jornadas de lucha en defensa de los jubilados?
La acción, que fue acompañada por estudiantes, trabajadores, organizaciones sociales e incluso hinchas, dejó en evidencia la pasividad de una central que ha apostado al diálogo con un gobierno que va contra todos los derechos laborales.
Ante la presión, llaman a esta medida para descomprimir el descontento social, que viene en aumento desde el discurso del presidente en Davos. No está previsto ningún plan de continuidad. Más de lo mismo. Otra demostración de que hay que avanzar en la construcción de otro modelo sindical.
Por eso mismo, hay que tomar en nuestras manos la lucha por un paro activo y la elaboración de un plan de continuidad, hasta que Milei y todos los ajustadores se vayan.