El pasado y el presente se cruzaron en General Roca, donde un equipo de paleontólogos encontró nuevos restos fósiles del Patagorharcos Terrificus, un enorme depredador prehistórico conocido como “el ave del terror”. El hallazgo se produjo en el Área de Paso Córdoba, una región rica en fósiles, y aporta información clave sobre una especie de la que hasta ahora solo se conocía un fragmento del cráneo.
El depredador que volvió a la luz
Los restos fueron hallados en capas geológicas de 21 millones de años de antigüedad y pertenecen a dos individuos diferentes. Hasta ahora, los científicos solo tenían registros parciales de esta especie, pero este descubrimiento permite determinar que el Patagorharcos medía 1,5 metros y pesaba unos 50 kilos.
Este tipo de aves, llamadas fororracos, dominaron Sudamérica hace más de 3 millones de años. Eran cazadores rápidos y letales, capaces de emboscar presas con su velocidad y rematarlas con un potente picotazo. Sus garras afiladas les permitían desgarrar a sus víctimas con facilidad.
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Un hallazgo que reescribe la historia
El equipo de científicos que participó en la excavación pertenece al CONICET, el Museo Argentino de Ciencias Naturales, la Fundación Azara y el Museo Patagónico de Ciencias Naturales “Juan Carlos Salgado”.
Dado que los huesos de estas aves eran frágiles, su preservación es difícil, por lo que cada descubrimiento es clave. “Este hallazgo nos permitirá reconstruir el árbol genealógico de los fororracos y conocer más sobre su evolución”, explicaron los investigadores.
Los trabajos fueron realizados con la autorización de la Secretaría de Cultura de Río Negro, en el marco de la Ley 3041, que regula la investigación y conservación del patrimonio fósil en la provincia.