El lunes, durante el desayuno entre el secretario de Prensa de la Presidencia y Javier Milei, no solo hubo medialunas; también se presentó una carta de renuncia.
La pechera del ajuste
Eduardo Serenellini fue un defensor del ajuste desde el primer momento. Se convirtió en noticia nacional luego de lanzar la polémica frase en La Nación+: “Uno recortará la plataforma para ver películas, otro recortará el auto, dirá ‘no lo uso más’, y otro, y ese es el que está grave, dirá: ‘no hay desayuno y no hay almuerzo’. Es decir, en distinto nivel, todos estamos recortando”.
Su ferviente defensa de la “motosierra” lo llevó a escalar hasta el cargo de secretario de Prensa de la Presidencia. Sin embargo, este lunes, tras un año y un mes en el puesto, decidió renunciar.
“Por razones personales, he presentado mi renuncia al cargo de secretario de Prensa de la Nación a Javier Milei. Agradezco su confianza y conservo una gran amistad”, explicó Serenellini en un comunicado. Posteriormente, informó a los medios que había desayunado con el presidente para conversar sobre su decisión.
Una renuncia con tensiones detrás
Aunque Serenellini señaló que su renuncia respondía a razones personales, su gestión estuvo marcada por tensas discusiones internas. Estas incluyeron disputas presupuestarias con el vocero presidencial Manuel Adorni y la secretaria general de la Presidencia, Karina Milei.
La renuncia también se produce pocos días después de que el gobierno despidiera al procurador del Tesoro, Rodolfo Barra. Esto alimenta las sospechas de una posible purga interna dentro del oficialismo, más que de una serie de sucesos casuales.
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