Mientras aguarda que Driussi se ponga a punto para jugar, porque no lo hace desde octubre del año pasado, y con los atenuantes que el propio Gallardo ofreció en conferencia del empate ante Platense, el River del Muñeco se prepara y se concentra para jugar ante Instituto por la segunda fecha de la Liga Profesional.
Jugar en el Monumental, con un campo de juego emparentado con la táctica, con los hinchas y con rodaje, le da al DT argumentos para no andar haciendo locuras con el equipo que estuvo lejos del ideal e incluso del partido contra México.
Además él mismo lo dijo: “va sólo una fecha, no estoy preocupado”. Por eso, y a falta del entrenamiento de mañana, es de esperar que jueguen los mismos.
El equipo de Marcelo Gallardo para recibir a Instituto
Así que para jugar el miércoles por la noche contra la Gloria de local sigue el 4-3-1-2, y ese rombo en el medio campo con los laterales altos. Los nombres y apellidos serán entonces: Franco Armani; Gonzalo Montiel, Germán Pezzella, Lucas Martínez Quarta y Marcos Acuña; Giuliano Galoppo, Maxi Meza y Manuel Lanzini; Miguel Borja y Facundo Colidio.
Lo que sí debe resolverse y está en duda hasta mañana es la lista de concentrados. Tienen el alta médica Rodrigo Villaga –sobrecarga muscular- y Fabricio Bustos -sinovitis de rodilla- y desde hace varios entrenamientos trabajan a la par del resto.
La espera por Sebastián Driussi
Resta ver quienes quedan fuera de la lista de 23, aunque Matías Kranevitter y Federico Gattoni tienen todas las fichas. Por otro lado siguen esperando para estar en la consideración, y meterse en el banco de suplentes, dos jugadores muy importantes: Pity Martínez que se recupera de una lesión muscular y no tiene el alta y, lo dicho, Sebastián Driussi que está en un plan para ponerse a tiro luego de estar sin jugar desde octubre del año pasado y no hacer la pretemporada.
¿Llega Lucas Esquivel?
Por último, sigue sin destrabarse el tema del lateral Lucas Esquivel, ya que Paranaense no quiere firmar su salida. Surgieron dos problemas: por un lado el plazo de pago de los casi 5 millones de dólares por el 80% del pase, y, por otro lado, la pretensión de Unión, que espera se la abone el porcentaje que tiene de derechos económicos.