El gobierno salió a cruzar la decisión de La Fraternidad de convocar a un cese de tareas para el 28 de este mes, que paralizará el transporte ferroviario. Desde el ministerio de Capital Humano hicieron hincapié en que los otros tres gremios de la actividad aceptaron la propuesta salarial, mientras que los conductores de locomotoras que conduce Omar Marurano no aceptaron el aumento.
La puja entre las empresas ferroviarias y La Fraternidad data desde mediados de diciembre pasado, cuando quedó en suspenso un paro y la secretaría de Trabajo dictó la conciliación obligatoria. Desde entonces, las posiciones no se acercaron. En el último cónclave que se llevó a cabo el lunes, las empresas no se movieron de su oferta por lo que el sindicato quedó en libertad de acción para decidir las medidas de fuerza.
Un día después, en un plenario, la comisión directiva anunció una huelga para el 28 de este mes, afectando todas las líneas de transporte ferroviario desde las 9 hasta las 17 horas, es decir, en horario central.
Paro de trenes: «La huelga va a perjudicar el traslado de miles de personas»
Tras el anuncio de la huelga, la cartera que conduce Sandra Pettovello salió a criticar a La Fraternidad, destacando que busca el «fortalecimiento del diálogo social». En esa línea, resaltó el dictado de la conciliación obligatoria y las reuniones que realizaron las partes, al tiempo que subrayó que los otros gremios de la actividad firmaron el último incremento salarial otorgado en diciembre del 2024.
Planteó que «no se llegó a un acuerdo dado el rechazo del sindicato frente a las ofertas ofrecidas por las empresas». La última mejora que recibieron los ferroviarios fue del 1 por ciento en noviembre y del 2,5 por ciento en diciembre, que fue aceptado por la Unión Ferroviaria (UF), la Asociación de Señaleros Ferroviarios Argentinos (ASFA) y la Asociación del Personal de Dirección de los Ferrocarriles Argentinos y Puertos (APDFA), pero rechazado por los maquinistas que, a través de un video, consideró que la suba equivale a «2 chupetines diarios».
En su embestida contra La Fraternidad, la cartera comunicó que «a raíz de la falta de acuerdo, el sindicato liderado por Omar Maturano, ha comunicado su decisión de paralizar los servicios de trenes de todo el territorio nacional, el día 28 de enero desde las 9 hasta las 17 horas, perjudicando el traslado de miles de personas».
Capital Humano busca «fortalecer el diálogo social»
En tanto, desde el gobierno ratificaron que su principal compromiso es «el fortalecimiento del diálogo social y con la mejora de las condiciones laborales en todos los sectores». Si bien desde la secretaría de Transporte repudiaron la postura sindical, trascendió que desde el martes a la noche comenzaron las gestiones de funcionarios del área y de Trabajo para buscar una solución.
Una señal que alienta a que no se lleve a cabo el paro, es la decisión de La Fraternidad de llamar a la huelga para el 28 de este mes, en un virtual prolongamiento de la conciliación obligatoria. Fuentes oficiales se mostraron esperanzadas en solucionar el conflicto, teniendo en cuenta que muchas de las empresas justamente son manejadas por el Estado.
Se espera que los representantes de Ferrovías S.A, Metrovías S.A, Operadora Ferroviaria S.E. y Belgrano Cargas y Logística S.A se reúnan tanto con funcionarios de Transporte, Trabajo y hasta algún enviado del ministerio de Economía para limar números y tratar de solucionar el conflicto, lo que le daría más aire al gobierno en su difícil vínculo con los sindicatos.
Para La Fraternidad, «no discutimos dinero, sino alimentos»
Los maquinistas sostienen su demanda del pago de una canasta básica alimentaria equivalente al 10 por ciento del salario de los trabajadores, de alrededor de 153.000 pesos, en compensación por el desfase inflacionario que vienen acumulando desde septiembre pasado.
Al respecto, Maturano señaló que «no estamos discutiendo dinero sino alimentos, porque queremos garantizar el carácter alimentario del salario ferroviario y proteger el poder adquisitivo de los trabajadores», al tiempo que dejó constancia que «poco les importó a los empresarios buscar una solución, ya que no asistieron a la reunión».
Asimismo, La Fraternidad también denunció que la oferta salarial «devalúa los ingresos del personal de conducción de trenes, agravando el mérito, la idoneidad, la profesionalidad y responsabilidad de nuestro trabajo, poniendo en riesgo la paz social con su conducta arbitraria».